Un clásico de la literatura inglesa del siglo XIX. Trata las realidades de Inglaterra y de una Francia revolucionaria. Tomando como punto de referencia la revolución francesa, Dickens muestra los problemas sociales y políticos de Inglaterra, temiendo que la historia se repitiera en su país natal cuando el escribía esta novela. En el contraste de estas dos ciudades presentadas, Inglaterra se presenta como la confianza, la tranquilidad, el futuro asegurado, mientras Francia se convierte más y más peligrosa a medida que avanza la novela. Los actos de violencia realizados por el pueblo francés, están dentro de las escenas más memorables del libro. Dickens rechaza la violencia revolucionaria en sus dos formas, tanto es su forma popular, por las masas, como en su forma institucionalizada como es el terror. Dickens escribió un libro sobre dos ciudades, una que entendía y conocía y la otra que no entendía ni conocía. Su descripción sobre la que no conocía es casi mejor que la que sí conocía. Los críticos sostienen que Dickens basó su novela sobre la obra de Carlyle sobre la revolución francesa, pero se podría decir que Historia de dos ciudades es la novela del libro histórico de Carlyle, es decir es la historia pero con el sentimiento agregado, es el relato que te atrapa y te sumerge en los hechos revolucionarios de Francia en el siglo XVIII.
Año de publicación:1859
Excelente la manera como Charles Dickens nos lleva a esos momentos de la Revolución Francesa donde el ajusticiamiento por parte del pueblo a los enemigos de la República en la guillotina se vuelve en algo normal de la vida cotidiana. Los diversos sentimientos y emociones de las personas que están sentenciadas y son trasladadas en las carreras hasta el sitio de la ejecución, muchos de ellos pertenecian a la aristocracia y también personas del mismo pueblo que en algún momento le sirvieron o ayudaron a estos. La indiferencia en la que ya la gente hablaba sobre el tema, el preguntar cuántas cabezas había pasado en la guillotina durante el día, las bromas que se hacían con respecto de perder la cabeza, el hecho de que dejaban sus actividades para ir a ver el espectáculo y gritar a viva voz el conteo de las cabezas, el como muchos ya no se preocupaban ni dejaban sus ocupaciones cuando veían pasar por las calles las carretas con las personas que morirían en la guillotina. El fanatismo entre el pueblo por los nuevos opresores que se alzaron a destruir a los antiguos opresores.
Me gusto. Lo que más valioso me resultó fueron las descripciones de la sociedad, en ambos bandos, que habitaban París en la época de la revolución francesa. No se lee súper fácil, para quienes están acostumbrados a leer literatura del 1800 no tendrán mayores problemas, pero para quienes no, puede ser un poco confuso por momentos. Pero la historia, pasados los primeros capítulos, atrapa y no resulta aburrido. Si bien su comienzo es claramente lo más reconocido de la obra, la frase que yo particularmente recordaré es: “una vida que tú ames”. Les dejo el famoso párrafo que da inicio: “Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación.”
Tenía pendiente el encuentro con Dickens. Sólo algunos relatos cortos y algún resumen de una de sus novelas en formato de historieta contaba a mi haber. Estando en febrero con la familia en Bariloche, Argentina, uno de mis cotos de caza de libros favorito y di con una edición muy atractiva en una librería de Historia de dos ciudades. Y lo acabo de leer. Novela histórica, bien armada, que retrata la vida en Londres y París antes y durante la Revolución Francesa. Con mucha intriga, en estilo aventura y toques de humor a veces, Dickens demuestra en esta obra ser un conocedor profundo de la naturaleza humana y como el hombre en circunstancias extraordinarias como es en una revolución desatada puede llegar a lo sublime haciendo el bien o a lo más tenebroso y miserable que puede contener un alma humana. Uno de los personajes dice: "Veo una hermosa ciudad y un pueblo admirable surgir de este abismo y, en su lucha para gozar de la verdadera libertad, en sus triunfos y en sus derrotas, durante muchos años aún por llegar. Veo la maldad de esta época y de la anterior, de la cual es heredera directa, expiar sus culpas poco a poco y desaparecer al fin" A futuro iré por Dickens de nuevo. Probablemente " Grandes Esperanzas" o "Canción de Navidad" o también "Los papeles póstumos del Club Pickwick" se crucen en mi camino.
Cuando estaba a punto de concluir que todos los libros de Dickens trataban sobre la desgraciada infancia de sus protagonistas, llega a mis manos esta magistral obra cuyo tema principal es la Revolución Francesa. Nuevamente nos encontramos con una historia ficticia que combinada con hechos reales, nos cuenta las horrendas consecuencias que pueden llegar a provocar la ignorancia, el odio, la sed de venganza, la soberbia... En lo personal me cuesta mucho trabajo creer que en verdad pudiesen existir monstruos como los que describe el autor en este libro, específicamente me refiero a algunos personajes de la nobleza, así como algunos plebes que privaron de la vida a mucha gente inocente bajo el cobarde anonimato de actuar en "bola". Sigo pensando que muchas veces la ficción es superada por la cruda realidad. En alguna parte del libro hay una frase que me movió: "El orden natural de las cosas se invirtió en el momento en que los delincuentes formaron un tribunal para procesar a personas inocentes"... (quizá con otras palabras pero esta es la idea). En verdad ocurrió así?
Me encantó el desenlace, es una novela espectacular y me conmovió como se desentraña el final. Charles Dickens es enteramente sofisticado y prodigiosamente descriptivo. Así como un pintor matiza sutilmente el escenario histórico de la revolución francesa (París, 1789) y la historia de Charles Darnay, un inglés delicado y afable, en contraste con la personalidad de Sidney Carton, un ser despreciable, asocial, huraño y alcohólico; quienes se enamoran de una mujer hermosa y altruista, Lucie Manette. Ellos se verán envueltos en una sutil batalla de amor silenciosa. Todo esto, unido al pasado del doctor Ernest Manette quien es "resucitado" después de estar en cautiverio durante algún tiempo en una prisión de la Bastilla. Jarvis Lorry es clave en su búsqueda. La historia me arrancó lágrimas debido a que se puede decir que hay muestras de virtud en el malvado y destellos de maldad en el virtuoso. Porque el hombre es un ser dual, complejo y natural. Sin embargo, pese al paso del tiempo, el sacrificio sigue siendo la mayor prueba de amor de todas. Excepcional.
"Era el mejor y el más horrendo de los tiempos; la época de la sabiduría y la época de la locura, el período de la fe y el período de la incredulidad, la era de la luz y la era de las tinieblas, la primavera de la vida y el invierno de la desesperación". De esta forma, Charles Dickens comienza con historia de dos ciudades. Es como un mini resumen del libro al principio, en donde Londres es todo lo que está bien y París, con toda su agitación y convulsionada por la revolución de 1789 es todo lo contrario. Si bien creo que parte de lo que cuenta Dickens de París está un poco sobredimensionado por el miedo que tiene de que algo parecido suceda en Londres, me gustó la forma en que está escrito y la historia que hay detrás se está, ya que en medio hay grandes amores, amores no correspondidos, negocios, cautiverios, grandes sacrificios, orgullo y sobre todas las cosas... Venganza, todo junto relatado de forma magnífica por Charles. Es una lectura un poco compleja pero que siempre deja con ganas de leer un poco más.
Excelente historia, impecablemente narrada, situada en medio de la revolución Francesa, con una prosa cargada de agudeza y crítica inteligente, en momentos irónico, en momentos oscuro, Dickens es claramente una mente brillante que no se dejó nublar por la dureza de su historia de vida personal a la hora de desenmascarar la estupidez gregaria de una turba de gente enceguecida por el odio y la venganza, así como no escatimó en detalles terribles sobre el abuso de la aristocracia hacía el pueblo. Mentes con semejante integridad para el análisis, emocionan, ya que son las que escasean en los tiempos que corren donde alistarse bajo una ideología partidaria de forma irracional y obsecuente parece ser el peinado de moda destinado a anular cualquier actividad cerebral que se asemeje al pensamiento crítico. Buen por Dickens, bien por los que quedan como él!
Este libro me provoca sentimientos encontrados, pero verdaderamente me ha gustado. En sí, tengo muy poca experiencia en relación a libros clásicos. Al principio me costó entenderlo, pero luego pude recorrer el camino. También me llevó tiempo leerlo, pero es un libro que recomiendo si realmente te gustan un poco complicados. Todo está relacionado por más que al principio cueste. Su título es lo que dice, si habla de la historia de dos ciudades Londres y París.