María tiene siete años. Le gustan las películas de la tele, los raviolis y jugar al Mikado con su padre. Para María todo va sobre ruedas, pero, un día, a sus padres se les ocurre la -brillante idea- de aumentar la familia...Todos están felices y se pasan el día eligiendo nombre para el bebé. Todos menos ella. Entonces, nuestra protagonista toma una decisión sorprendente: a partir de ese momento ya no se llamará María.