Karl Glogauer nunca encajaba en ninguna parte. A medida que crecía, su adolescencia le llevó a través de una sucesión de desatinadas aventuras amorosas, manías y fetichismos, cada uno un poco más esotérico que el anterior, a una búsqueda desesperada de la verdad. Hasta que, de repente, se le presentó la oportunidad de viajar a los tiempos de Cristo en una incómoda máquina del tiempo. Allá en Palestina descubrió que las cosas no eran en absoluto como esperaba… Premio Nebula en 1967, «He aquí el hombre» es la obra más personal, controvertida y escandalosa de Moorcock.
Considerando que nacer y crecer con cierto apego al cristianismo y una gran orientación científica me llevan a un punto intermedio entre el escepticismo y la fe. Y que es indiscutible la imposibilidad de decantarse absolutamente por una linea de pensamiento debo decir: Ambos hechos me llevan a cuestionar respetuosamente las opiniones de los demás y su derecho a emitir una interpretación de los hechos cualquiera, pero, si es mediante la expresión literaria, este punto se ve reforzado. No puedo considerar inadecuado, menos aún heretico, blasfemo un texto de ciencia ficción, menos cuando me habla de un pasado que ignoro aunque pretenda sacudir conciencias creencias o costumbres. Imposible. En época mas reciente Dan Brown y J.J. Benitez lo intentaron . Parcial y temporalmente lo lograron, hasta que bajo la lupa científica, quedan relegados como mitos literarios. Aquí ni siquiera esa categoría valdría, pura Ciencia Ficción fantástica, no llega ni a “ que tal si” . Un marginado, que no marginal Karl Grogauer, se ve convencido por la doctrina filosófica de Jung, aunque su pasado acendradamente cristiano le genera dudas, bajo determinadas condiciones se ve impelido a realizar un viaje en el tiempo , al año 28 de nuestra era…y… el resto puede deducirse, ignorarse o, simplemente leerse. No me extraña su controversial recepción a la hora de publicarse, pero no me atañe ninguna consideración a la hora de leerlo. Simplemente me ha dado materia para pensar en cuestiones que no atañen al libro y replantear que poco afecta mis creencias, mi fe y mis convicciones, pero que si me mantuvo atado a su lectura…. Mientras duró. Amén y Eureka . Paradojas que le llaman
Las circunstancias de su llegada debieron parecer extremadamente milagrosas, y al mismo tiempo aceptables, para un pueblo deseaba ansiosamente la confirmación de su creencia en tales cosas
La religión es la creación del miedo. El conocimiento destruye el miedo. Sin miedo la religión no puede existir
El que Jesus fuera el que llevara adelante el mito y la filosofia, fue solo una coincidencia histórica
La ciencia puede decir como, pero no puede decir porqué. Allí no tiene ninguna respuesta
creían más intensamente en sus poderes de lo que creían en sus enfermedades…y así los curaba