Cuando Arlene Fleet se marchó a estudiar a Chicago, le hizo tres promesas a Dios. Nunca más volvería a mentir, nunca más mantendría relaciones sexuales fuera del matrimonio, y nunca más regresaría a su pueblo, Possett, Alabama. Lo único que Dios tenía que hacer a cambio era encargarse de que no se descubriese el cadáver de Jim Beverly, el famoso quarterback del instituto.Una extraordinaria primera novela que se inscribe en la más auténtica tradición sureña, consolidada por autores como Faulkner o McCullers.Culpabilidad y discriminación racial se unen a la amistad, el amor y la traición como temas dominantes en una narración que dará mucho que hablar.