Las historias del detective Hanshichi, personaje inspirado en Sherlock Holmes, se desarrollan entre 1840 y 1860, una época en la que tradición y superstición van de la mano y son el verdadero enemigo del racional y poco ortodoxo Hanshichi. Escrita con una sutil ironía y gran sentido del humor, Okamoto Kidô consigue que el lector disfrute con los casos del astuto inspector, trasladándolo a un período exótico incluso para los japoneses. Una era plagada de aparecidos, de hechizos de zorros, de criaturas kappa y de fantasmas. Misterios a los que el detective se enfrentará, armado únicamente con su ingenio y sus hábiles e incisivos interrogatorios.
Aqui tenemos a Hanshichi, un detective en la época de los samuráis, inspirado en Sherlock Holmes, Hanshichi hace uso de sus dotes deductivas y de observación para resolver misterios. En realidad los misterios no son nada del otro mundo, entonces que hace a este libro tan encantador? Pues la magnífica descripción de la vida en época de los samuraí en la capital de Japón, Edo (ahora llamada Tokio), es apasionante descubrir el complicadísimo sistema social de rangos que imperaba en aquella época, las tradiciones japonesas cuando el país todavía estaba cerrado al resto del mundo, y sobre todo la enorme cantidad de supersticiones (fantasmas, apariciones, criaturas demoníacas...) que tenían los ciudadanos y a las que siempre hacen responsables de las desgracias, asi Hanshichi hace de la lógica su mejor arma y su mayor enemigo son las supersticiones y criaturas sobrenaturales a las que se les sueles atribuir los casos que resuelve. Además el libro cuenta con una gran cantidad de notas a pie de página que aclaran muchas de las expresiones utilizadas, asi como una explicación de las medidas, monedas y fechas que se describen en el relato (la edicion es un 10) Es un libro muy disfrutable si eres fan de Japón y su cultura, sus tradiciones, sus mitos y leyendas, y su historia. Aviso para los ofendiditos/as, con la estupidez generalizada que cada vez alcanza cotas más preocupantes, hay que tener en cuenta cuando está escrito este libro y en que época se ambienta, si eres de los que te gusta que se censuren obras como Lo que el viento se llevó (por ejemplo, ya que es la polémica que se me ocurre ahora mismo) porque lo que describe no se adapta a lo que entendemos como normal en el siglo 21, no leas este libro.
Fantasmas, demonios zorros, asesinatos y desapariciones misteriosas, son solo algunos de los casos que ha resuelto el gran detective japonés Hanshichi.Inspirado levemente en el famoso detective Sherlock Holmes, Okamoto Kido revoluciona por completo los estereotipos que hemos formado acerca de los detectives, personajes que nos sorprenden por sus pensamientos siempre lógicos y deductivos que al final le ayudan a dar solución al caso en cuestión. Hanshichi, no resuelve los misterios con sus dotes deducción, no es un personaje increíblemente deductivo, no siempre es la lógica la que está con él, algunas veces es la casualidad lo que la da una pista o simplemente le aclara el misterio. Es un detective común, con un trabajo común, viviendo en una ciudad común, comiendo fideos soba comunes, resolviendo los problemas de los ciudadanos comunes, supersticiosos y mezquinos, pero no por ello los misterios dejan de ser interesantes. Una obra realmente disfrutable, sobre todo por sus detalles a la vida común el medieval Japón que te hace sumergirte en la época y entender cómo es que pensaban los personajes de pueblo, de cómo las supersticiones del pueblo hacen un escándalo mayor y su solución resulta tan simple e impredecible.
Como gran admiradora de la literatura japonesa, puedo afirmar que este escritor, no me ha decepcionado; este libro consta de 10 relatos a cual más de entretenido y agradable. El autor se inspira en el personaje de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle y agrega en sus cuentos un toque de suspenso, asesinatos, fantasmas y hechizos en las grandes mansiones de los samuráis como en los barrios más pobres. Describe así una tendencia literaria hasta para los lectores más exigentes.
Como gran admiradora de la literatura japonesa, puedo afirmar que este escritor, no me ha decepcionado; este libro consta de 10 relatos a cual más de entretenido y agradable. El autor se inspira en el personaje de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle y agrega en sus cuentos un toque de suspenso, asesinatos, fantasmas y hechizos en las grandes mansiones de los samuráis como en los barrios más pobres. Describe así una tendencia literaria hasta para los lectores más exigentes.