La luz y también los colores explotan por todos los haikus de González Fuentes. Leer, decir, oír los haikus de este poeta es como pasearse por cuadros de grandes pintores. Cada uno de los haikus es un cuadro en sí, un lienzo que se explaya ante nuestros ojos admirativos de tantas imágenes sugeridas con tan pocas palabras. Además, los haikus de González Fuentes no sólo son pequeñas obras maestras pictóricas sino también musicales. Los sonidos invaden los poemas, sonidos misteriosos, brutales que imponen el silencio. Y son muchos los silencios en Haikus sin estación. Philippe Merlo Morat