Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros alude a la leyenda según la cual el rey Salomón podía, gracias a un anillo, entender el lenguaje de los animales y ser entendido por ellos. Lorenz afirma en esta obra que dicha posibilidad pudo alcanzarla él mismo sin necesidad de ningún anillo encantado. Con esto quiere expresar que es el rigor científico el que organiza el programa de sus investigaciones. «En la Naturaleza», escribe, «la verdad supera en belleza a todo lo que puedan imaginar nuestros poetas, que son los únicos encantadores que existen.»
Con una pequeña introducción de Miguel Delibes hijo se me ha abierto el apetito por este libro sobre comportamiento animal, escrito desde el conocimiento directo, respeto y, sobre todo, mucho cariño. El libro está estructurado en capítulos y en cada uno de ellos, se relatan con una prosa magnífica las observaciones y aprendizajes realizados durante la convivencia con especies muy dispares, desde insectos acuáticos hasta peces, aves o mamíferos. En todos ellos he podido aprender algo sobre el comportamiento de estos pequeños, y eso que en mi casa siempre ha vivido algún animal, ya fuera o no peludo. He disfrutado mucho del libro y sin duda, continuaré leyendo a este autor recién descubierto por mí, pero con bastantes libros a sus espaldas. Por si todo esto fuera poco, además hay unas pocas fotos al final del libro que le dan un valor extra a las ilustraciones que aparecen en cada capítulo. Muy recomendable si, como para mí, los animales son parte de tu vida.