El proyecto de Teatro Total de Gropius no se puede entender con criterios arquitectónicos solamente; es necesario comprender que se trata de una realización que responde a un proyecto teatral de largo alcance y a una reforma profunda del arte dramático planteados por Piscator, que precisamente lo denominaba teatro total y que encarga a Gropius el proyecto. El crac financiero de 1929 pone fin al proyecto.