Al General Fuster los indios le acaban de arrancar la cabellera mientras Ojo de Vidrio se lo pasa en grande gastando bromas a todo el equipo de rodaje. Pero Lara y su tío Gustavo descubren que todo anda patas arriba y que incluso se está corriendo un gran peligro porque las flechas son de verdad y las pistolas no sólo disparan pólvora. Los Sabuesos, una vez más y con mayor motivo que nunca, tendrán que seguir las huellas que conducen a la resolución de un montón de misterios.