Al principio, Gabi la Gorda y Félix el Fofo son amigos sólo porque las circunstancias les obligan: los demás compañeros se ríen de ellos y les hacen el vacío de una manera cruel porque están gordos. Un día las cosas cambian de manera radical y Gabi descubre que el coraje es más útil que las lágrimas para conseguir lo que uno se propone.