«EL MUNDO es malo. El ser humano es malo. No te fíes de nadie, no vayas con extraños y todo ese rollo. Mis padres me lo habían dicho, mis profes, la tele. En las noticias y a todas horas: el ser humano no es bueno. Y puede que esto sea cierto en el noventa y nueve por cierto de los casos. Pero lo alucinante es que, durante nuestro viaje, Tschick y yo solo nos encontramos con el uno por ciento restante.» Con su madre ingresada en la clínica de desintoxicación y su padre en «viaje de negocios » con su joven secretaria, Maik parece condenado a pasar solo y aburrido las vacaciones de verano hasta que aparece Tschick con su viejo Lada azul robado y ambos se embarcan en un viaje lleno de increíbles peripecias gracias al cual forjarán una amistad a prueba de bombas.
En este novela acompañamos a los dos protagonistas en un caótico roadtrip. En este viaje, no solo dejan atrás Berlín, sino también sus vidas como marginados y todos sus miedos e inseguridades. Entretiene, pero te deja un poco a medias. Me hubiese gustado ver un desarrollo más notable de los personajes, sus personalidades y sus pensamientos.