Minucioso estudio psicológico, Fuerte como la muerte (1889) es la penúltima de las seis novelas que escribió Guy de Maupassant. Olivier Bertin, pintor ilustre y rico, siempre a medio camino entre las audacias modernistas y la academia, ha llegado a los cincuenta años ocultando con éxitos la íntima vanidad de su carrera. En el ocaso de su vida irrumpe la pasión por un ser inalcanzable, frente a la que su arte, su éxito y la misma felicidad resultan vanas salvaguardias. Maupassant trabajó con especial cuidado esta novela, la cual conserva todavía hoy una gran capacidad de sugestión poética, mostrándonos a alguien bien distinto del que ya entonces era célebre narrador: un fino analista psicológico, de estilo labrado y minucioso, interesado más por el «caso» que por los «hechos».
Novela fundamental para la comprensión psicológica de un pintor del XIX. Maupassant usa una magnífica prosa en Fuerte como la muerte; una prosa inspiradora pero no por ello menos incisiva. El poderoso análisis humano, que hace de Bertin (personaje principal), es uno de los más sutiles y mejor logrados a lo largo de sus novelas. En esta ocasión refleja de una manera tan natural el tránsito de la vida hacia la vejez que es casi inevitable sentir en ella el sabor desgarrador del olvido, del despido de la juventud y de las crisis emocionales, artísticas y morales del individuo.