Esta es la crónica del auge y de la caída del poderoso Imperio Persa. En el año 431 a. J.C., la tensión creciente entre Atenas y Esparta estalla finalmente en una franca hostilidad. Aunque interrumpida, la lucha que sguiría, y que los atenienses iba a denominar "la guerra del Peloponeso", duraría veintisiete años. El final llegaría años más tarde, en el 404 a J.C., el año de la derrota total de Atenas, cuando su imperio quedó desmantelado, su flota quedó totalmente destruida y la democracia quedó en suspenso.