La obra de García Pavón tiene un centro nuclear, que es Tomelloso pero sobre todo su esencial liberalismo. Un liberalismo suave y desde luego costumbrista, bien enraizado en una época difícil y en un lugar en medio de todo amable, como un Tomelloso caldo de cultivo de gente importante, como Antonio López y los poetas Eladio Cabañero, Félix Grande y Dionisio Cañas, con quienes el pequeño burgués que era García Pavón se llevó siempre muy bien.