Un fructífero diálogo entre la fotografía y pintura. Gerhard Richter, en su polifácetica obra, ha utilizado fotografías en muchas ocasiones como base para su trabajo, y los historiadores de arte llevado a cabo estudios sobre sus pinturas desenfocadas de fotografías. sin embargo, Richter también ha pintado al óleo directamente sobre fotografías convencionales. Inspirado por las manchas accidentales y los rastros de pintura sobre el material de origen ha creado esta sobreescritura pictórica, que aparece en obrastan tempranas como Atlas. La práctica totalidad de estos cuadros de pequeño formato están en colecciones privadas y se exhiben públicamente en muy raras ocasiones. En estas obras, cubiertas por un velo de pintura, Richter sigue demostrando que un maestro en mantener la distancia, como formuló en una ocasión Robert Storr. En esta monografía se ofrece una oportunidad única de rendir homenaje a lo que ha sido un afaceta del artista hasta ahora algo ignorada pero de abundante producción. La exposición puede verse en la Fundación Telefónica de Madrid durante el festival de PhotoEspaña 2009. Textos de Siri Huvstedt, Markus Heinzelmann, Uwe M.Schennede y Botho Strauss.