Este texto se centra en el análisis de la interacción entre los fenómenos de la competitividad, la globalización, la formación y las competencias, nociones que fundamentan en la actualidad un conjunto de prácticas orientadas a ajustar el funcionamiento del sistema educativo y el sistema productivo. Paralelamente a la generalización de la idea de que una de las claves para una economía productiva y competitiva es la existencia de una fuerza de trabajo bien cualificada, se considera que la formación es un elemento central de las políticas activas de promoción del empleo, de lucha contra la exclusión, de integración y de cohesión social.