La corrupción de una adolescente con una proclama política donde se pide ir más allá en el espíritu de la República. "En la soledad de los calabozos Sade tuvo también esa noche ética parecida a la noche intelectual con la que se envolvió Descartes. No logró el surgimiento de us evidencia, pero por lo menos discutió todas las respuestas demasiado fáciles. Si es posible superar la soledad de los individuos, es a condición de no desconocerla. En caso contrario, la promesa de dicha y de justicia envuelve las peores amenazas. Sade ha vivido hasta las heces el momento del egoísmo, de la injusticia y de la desdicha, y clama por la verdad. Lo que constituye el valor supremo de su testimonio es que nos inquieta. Nos obliga a plantearnos el problema esencial, que , bajo otras apariencias, obsesiona a nuestro tiempo: las verdaderas relaciones del hombre con el hombre." Simone de Beauvoir
Sade nos refleja por medio de este libro su posición a cerca del libertinaje, que es el tema principal que se aborda, pero no deja de lado la política, la religión y las leyes. Siendo un libro corto, se requiere bastante madurez para analizar objetivamente la filosofía de la trama.
Un libro pornográfico. En el que se dedican algunas páginas a filosofar sobre la vida, el deseo, el actuar humanos
Los personajes con demasiada personalidad, eso es muy bueno pues no carga la historia. Me llama la atención que la trama aparece hasta el final del libro, antes de eso es puro diálogo y sexo. Lo único malo fue cuando empiezan a hablar del folleto...qué cáncer fue leerse eso.
Las espinas han sido recogidos y todo lo que resta no es sino un camino de rosas.
Puta: "Se denomina así, bella mía, a esas víctimas públicas de la depravación de los hombres, siempre dispuestos a entregarse a su temperamento o a su interés;
Jamás debe compartir su secreto y, sobre todo, actúe sola. No hay nada tan peligroso como los cómplices. Desconfiemos siempre, incluso de aquéllos que creemos incondicionales.
P: ...felices y respetables criaturas que la opinión mancilla, pero que la voluptuosidad corona, y que, más necesarias a la sociedad que las mojigatas, tienen el coraje de sacrificar, para servirla, la consideración que esa sociedad osa quitarles injustamente.
¡Vivan aquellas a las que este título honra a sus ojos! Ésas son lasmujeres realmente amables, las únicas verdaderamente filósofas.