Samaniego, siguiendo una antigua tradición que se remonta a Esopo y a Fedro, y que reanudaría en Francia La Fontaine, utiliza en estas" Fábulas" a los animales como personajes. Ellos son los protagonistas de la mayor parte de las narraciones. Y, a través de ellos, el autor refleja de forma satírica y humorística vicios o costumbres humanas, con un ingenioso desenlace y una moraleja final. Más allá de las claras intenciones pedagógicas y morales, siguen plenamente vigentes las historias, esos diálogos desenfadados de los animales donde confluyen el humor y la ironía, sin que falten momentos de lirismo y reflexiones sobre la hipocresía, la política, la guerra, el poder y el comportamiento humano en general.[Edición anotada, con presentación y apéndice]
...Entró la Serpiente un día, Y la insensata mordía En una Lima de acero. Díjole la Lima: «El mal, Necia, será para ti; ¿Cómo has de hacer mella en mí, Que hago polvos el metal?» Quien pretende sin razón Al más fuerte derribar No consigue sino dar Coces contra el aguijón.