Tras un accidente de tráfico, Allie y Nick despiertan en un frondoso bosque. Necesitarán un tiempo para comprender que se encuentran en un lugar conocido como Everlost. Un mundo inquietante, donde los nombres se desvanecen como cualquier otro recuerdo, donde si uno olvida que tiene los ojos azules, puede que se le vuelvan rojos o donde cada día puede convertirse en una repetición del anterior. Pero ¿qué ha pasado con sus vidas? ¿En qué se han convertido? ¿Qué hacen allí? Tal vez sean como monedas caídas de canto.
Vaya, me hacía falta un libro de estos. Neal Shusterman nos da una historia middle-grade que no se queda ahí, una aventura entretenida que al mismo tiempo es muy metafórica. Con reflexiones muy claras acerca de la muerte, el propósito de la existencia, la autopercepción e incluso la importancia de saber dejar ir, es una historia que es mucho más profunda de lo qye parece. Me gustó mucho y quiero saber cómo continúa la historia.
Libro entretenido y muy recomendado para aquellos pequeños que quieran iniciarse a la lectura. Además, es uno de los pocos libros que me ha sorprendido por su originalidad. Fue una de mis primeras lecturas y siempre la llevaré en el recuerdo.