Ferviente defensor de los valores de la lengua en la conformación de las naciones americanas y las sociedades modernas, Andrés Bello traspasa su tiempo y se adelanta al nuestro para hacernos ver cuánto tenemos que observar la lengua como expresión directa de lo que somos. Los estudios y ensayos que componen este volumen nos permitirán recorrer por primera vez algunas de las aventuras lingüísticas más fascinantes de este sabio irrepetible, calificado por su coetáneo y coterráneo Cecilio Acosta como el que lo supo todo.