Un lugar y un instante –la famosa estación londinense, a las 4.30– en el que se cruzan los destinos, para que después cada uno siga su curso... Una galería de personajes inolvidables, una historia magníficamente construida, una exposición original y de profunda humanidad, en un libro de humor fino y amable que fue uno de los grandes éxitos de todo el siglo XX.
Libro de relatos cortos en la línea de los de W. S. Maugham. Están escritos utilizando mucha más dosis del fino humor británico que de la sarcástica ironía que son las señas de identidad del segundo. Cada historia tiene un sello de identidad británica innegable y consigue hábilmente la atención y el interés del lector. Apoyándose en algo tan cotidiano como una estación de tren, Roberts crea un fresco brillante y vivo de personajes en constante movimiento que nos descubren que un simple viaje de Londres a París puede ser no sólo un desplazamiento, sino una decisión o una circunstancia que cambie para siempre una vida.