Una biografía minuciosa y detallada que nos revela a un personaje diferente del que creemos conocer. Un hombre que, siendo ministro de Industria en Cuba, jamás terminaba de amarrarse las botas. Es un encuentro con Ernesto Guevara, más allá del Che, pero también una reelaboración del mito. Desde millones de fotos, carteles, vídeos, camisetas, postales, discos, libros, frases, testimonios -fantasmas todos ellos de la sociedad industrial, que no sabe depositar sus mitos en la sobriedad de la memoria-, el Che nos vigila. Más allá de toda parafernalia, retorna. Casi treinta años después de su muerte, su imagen cruza generaciones, su mito persigue los delirios de grandeza del neoliberalismo. Irreverente, burlón, terco -moralmente terco-, el Che siempre será motivo de debate. - Este libro, escrito con gran intensidad y dedicación, está llamado a ser un clásico, con abundante material hasta ahora inédito -fotos, testimonios, diarios...
Me gustó mucho. Es una extensa y detallada biografía del Che, uno de los personajes políticos más importantes del siglo XX. Al ser contemporáneo hay mucho material para conocer su vida, incluyendo sus propios diarios que escribió rigurosamente durante casi toda su vida adulta. La narración me pareció buena aunque no fluye de forma espectacular. De a ratos es una acumulación de anécdotas, algunas más valiosas que otras y algunas más certeras que otras. Lo positivo es que muchos detalles están en las notas, que uno puede elwgir leer o no. Muy recomendable para cualquier interesado en conocer al personaje y al mito, que de a ratos parece haber vivido para ser un mito.
Esta me parece la biografia mas humana que he leido acerca de este carismatico y polifacetico personaje, si bien pondera en exceso sus virtudes, no deja de señalar sus debilidades, aunque muchas veces como meras anecdotas, el trabajo de investigacion me parece magnifico, siempre he pensado que Taibo II es mejor biografo que escritor de novela negra Por otra parte,respecto al “Che “ sus múltiples facetas lo han llevado de ser un perseguido, prohibido censurado, criminal a convertirse en idolo de la iconografia pop, lo que me lleva a parafrasearlo, ya que “ no se puede confiar en el imperialismo ni tantito asi “,