Es una novela histórica poseedora de muchos ingredientes, hay aventuras, amor, ficción, literatura, costumbrismo y, tratándose del periodo visigodo, la religión no podía faltar. Se trata de una novela ambiciosa, elegante y fluida, que nos permitirá disfrutar del placer de la lectura y a la vez conocer el pasado de esa fascinante civilización. Está novela histórica combina entretenimiento y veracidad, mezclando razonablemente ficción y rigor histórico. La novela esta ambientada en el siglo VII (año 646)y la trama narra la historia de Erik un joven escandinavo, que llega con su familia a la ciudad visigoda de Cesaracosta procedentes del norte y tendrán que adaptarse a la cultura y estilo de vida de una tierra crisol de culturas romanas, judías y visigodas, donde vivirán aventuras de todo tipo: de clan, religiosas, de amor, de misterio. La ficción nos sumerge en esta época oscura y recrea la mitología, los ritos paganos y cristianos y las formas de vida de los habitantes. La trama te atrapará con las diversas situaciones que viviran los protagonistas llegados desde la actual Escandinavia. Ellos llegan a pie tras un viaje devastador y vienen como refugiados; simplemente han huido de su aldea natal buscando un lugar para comenzar de nuevo. Son cuatro mujeres, cinco hombres y tres niños que cruzan el continente para alcanzar la nueva ciudad. A cada uno les aguarda un destino diferente y a través de sus vidas reflejaran todos los datos conocidos de la época visigoda, la vida monástica, la medicina, la orfebrería, la esclavitud, la magia, las leyes y las complejas relaciones interpersonales entre miembros de diferentes etnias y religiones. Y tenemos como personaje a Erik y su clan de bárbaros, la hechicera Galeswintha y otras mujeres de fuerte personalidad, como la poderosa Régula. Y otras figuras relevantes como San Braulio, obispo de Zaragoza, a la vez que por las páginas desfilan reyes (Chindasvinto, Recesvinto, Wamba o Witiza, entre otros) y nobles descendientes de los pueblos germánicos, y se relatan las intrigas y luchas internas de las distintas facciones por el poder político, que condujeron a esta civilización a su ocaso con la llegada de los musulmanes a la península. Erik, como protagonista, va a vivir todos los acontecimientos que tuvieron lugar en el siglo VII a la vez que se codea con los personajes más relevantes del mismo, por lo tanto era casi obligatorio que conociese a san Braulio en profundidad y comenzase su educación con él. Galeswintha, coprotagonista de la novela junto a Erik, representa el lado fantástico de la narración, una mujer deslumbrante rodeada de magia y poseedora de todas las virtudes imaginables, tanto físicas como psíquicas.
"La servidumbre es el último de los males y el más grave de todos los suplicios para el hombre libre, porque al faltarle la libertad le falta todo".