Maggie, hija de sir Nigel Chandler y de la señora de Hyghclyffe May, estaba enamorada de Draco, el hijo bastardo del difunto hermano de su padre, un gitano moreno y ardiente. Atraída por un hombre tan misterioso e indomable como los páramos que se extendían a lo largo de aquella costa inhóspita, vivía prisionera en una mansión que escondía demasiados secretos, sometida a la crueldad de su padre y bajo el dominio de su astuta madrasta. Hasta que, en una oscura y lluviosa noche, llegó a su vida el apuesto Draco