Ésta es la historia de una gran y trágica guerra santa, de las poderosas facciones que trataron de poseerla y pervertirla, y de un hijo en busca de su padre. Y, como en todas las historias, somos nosotros, los supervivientes, los que escribiremos su conclusión.Dos mil años han transcurrido desde el Apocalipsis. Ahora, el Shiriah de los Mil Templos ha delcarado la Guerra Santa para arrancar la Ciudad Santa del Último Profeta de las manos de sus infieles moradores.Un hechicero, una concubina y un guerrero quedan cautivados por un misteriosos viajero y caen bajo su yugo, mientras lo que empieza como una guerra de hombres contra hombres amenaza con llegar a ser la primera batalla del Segundo Apocalipsis.
Entender lo que había venido antes era conocer lo que vendría después. Y saber lo que vendría después era la belleza que inmovilizaba, la sagrada comunión del intelecto y las circunstancias: el don del Logos.
Cada una de nuestras palabras es sólo una repetición de las palabras que se pronunciaron antes. Cada vez que escuchamos, permitimos que los movimientos de otra alma mueva la nuestra.
De todo lo que podría decirle, lo que más teme son las verdades que ya sabe y que aun así niega.
Lo que el ignorante apreciaba más que cualquier otra cosa era la ignorancia de los otros.