Una hermosísima novela sobre el poder de la memoria y la búsqueda de la identidad. París, años 60. En el café Condé se reúnen poetas malditos, futuros situacionistas y estudiantes fascinados por la bohemia parisina. Y aunque la nostalgia de aquellos años perdidos parecería ser el tema central de la novela, Modiano le da un giro sorprendente. Porque ésta es también una novela de misterio. Todos los personajes, todas las historias, confluyen en la enigmática Louki. Cuatro hombres nos cuentan sus encuentros y desencuentros con la hija de una trabajadora del Moulin-Rouge. Algunos la buscan, otros la aman, y para casi todos ellos la chica encarna el inalcanzable objeto del deseo.
Al principio me costó meterme en el libro, aunque la prosa fuese sencilla. Pero hacia el final de la obra , cuando aproximadamente quedaba un cuarto de esta, comencé a engancharme y a sumergirme dentro de las calles de aquel París bohemio y ensoñador. Es la primera obra que leo de Modiano así que no puedo saber si es la mejor de sus obras, pero desde luego que tienes que encontrarte en el momento vital adecuado para leerlo. El final me gustó mucho. No esperaba otro.
No hay mejor sistema para que se desvanezcan los fantasmas que mirarles a los ojos.