EN COREA DEL NORTE

El principal valor del libro es el relato de un viaje en primera persona al lugar más hermético del mundo. Lamentablemente, no está relatado con mucho arte. Le falta gracia y despertar más interés. Las descripciones son limitadas. La misma autora parece perder interés en el viaje, que evidentemente es monótono e hiper controlado. No queda claro para qué fue.

Me encanta viajar; mejor si puede ser a un lugar lejano y diferente a lo que conozco. Por eso me llamó la atención este libro. Sin embargo me costó terminarlo, ya que se me hizo un poco repetitivo, y no logré entusiasmarme con lo que contaba. No sé si eso se debe a cómo está escrito o simplemente por algo de la monotonía que describe del país que visitó (o el que la dejaron visitar). Me gustó que viene documentado con muchas imágenes.

"El primer norcoreano que conocí era espía. No me pregunten su nombre verdadero porque no lo sé ni quiero saberlo. Solo conozco su "nombre ingles", el nombre de fantasía, para ser mas precisos, con que muchos jóvenes asiáticos se rebautizan cuando salen al mundo: Alex Lee." La cita anterior podría ser el comienzo podría ser el comienzo de una extraordinaria ficción...pero son las palabras con las que la autora nos empieza a narrar su temeraria aventura a una cultura, una nación ermitaña donde aun los tentáculos de la internet no han llegado y bajo la presencia omnipresente de la dinastía Kim. Lo antedicho es acompañado desde la tapa misma con fotos que nos permiten estar allí, en el país menos visitado del mundo. Un país que podría ser fruto de una imaginación frondosa...pero es real, demasiado real.

Si bien la pericia del viaje es entretenida , definitivamente la autora es insufrible , con tan pocas ganas siquiera aprender un poco de cultura