EN BRAZOS DE LA MUJER MADURA

Mientras hago la pausa de mi lectura actual, (Y Julia retó a los dioses de Santiago Posteguillo), me vine a recrear un rato con este libro catalogado erotico, sin embargo más de ser un libro de esa índole me topé con unas cuantas fechas y lugares históricos que hacen de esta pequeña novela más aún mas interesante. Andrés Vajda, cuenta sus peripecias amatorias vividas en el periodo comprendido entre la Segunda Guerra Mundial y la insurrección húngara, su iniciación sexual está a cargo de una mujer cuarentona que lo introduce en el mundo del placer y sus libros. La verdad, fascinante.

Perdí la cuenta con cuántas mujeres se acostó el protagonista del libro... Rescato los datos históricos y sociopolíticos de Hungría y Europa de mediados del siglo XX.

¿Y tú... querrías volver a ser aquel/aquella inocente/inexperto(a) en los trajines del coqueteo/romance/sexo de la adolescencia? ¿Qué tu maestra sea una hermosa y voluptuosa mujer?

Esta pequeña gema de un autor injustamente ignorado por el gran público, (que en realidad constituye un verdadero clásico de la talla de Nabokov y de Sade) narra las aventuras amorosas de András, un adolescente en la Europa de posguerras. A la manera de un jenízaro, su desierto de tránsito lo constituyen los días grises de naciones en una estela de devastación, y noches febriles de olvido con mujeres mayores , por las que se siente tempranamente atraído. Una pluma notable que recuerda esa otra maravilla que fue "El lector" de Bernard Schlink, y que también fue llevada al cine con maestría (Stephen Daldry , 2009) . Una historia, en fin, que abarca desde la risa a la melancolía, y quizá en alguno de nosotros encienda el recuerdo de ardores olvidados en pos de una existencia pretendidamente "seria".

András Vajda, en modo de autobiografía nos relata de manera sencilla y ávida, con las justas y necesarias palabras, sus vivencias con diversas mujeres en los juegos del amor, la buena mayoría, por no decir todas, no se conocen, pero mantienen la coincidencia de ser de mayor edad que András, una interesante propuesta por parte del autor cambiando el estereotipo sembrado y me atrevo a decir hasta memorizado del típico hombre mayor con una jovencita. Entre momentos apasionados —realmente nada de cursilería lo cual agradezco ya que me provoca malestar— durante la lectura, András cambia de amante a otra como lo es el hojear las páginas de un libro —ojalá fuese así de fácil para algunos— y es que eso es justo lo que el autor refleja al lector, porque en cada capítulo subsiguiente se representa una amante distinta. Debo decir que para cada quien habrá un argumento distinto sobre la presente novela, al menos para mí queda comprobado que el amor entre varones jóvenes y mujeres maduras puede ser completamente posible y sublime, complementándose en reciprocidad por lo que ellas saben y él puede aprender y lo que él puede dar y ellas necesitar. El libro ha sido catalogado como una historia con acentuado erotismo, hasta sobrepasado, pero mi percepción es que realmente el estilo del autor en cuanto a metáforas, sin exceder de ellas, hace por completo una amena lectura, entre tantas mujeres, a lo mejor un lector contemporáneo con András se sienta adentrado a la historia donde percibirá y sentirá a cada amante impregnada no solo en palabras sino en su sentimiento. A modo personal debo decir que con la que más me encariñé y aprecio tengo ha sido con Maya, e igual confieso la envidia que le siento András por haber conocido a maravillosa mujer, despreocupada por el inicio idílico a si como su fin pero no por eso desinteresada o ensimismada al consumar el amor. Espero que el futuro lector disfrute de esta novela tanto como lo hice yo, y vea que el amor podría quizás gozarse más si viene de ciertos años de más.