Sinopsis de ELENA SABE

Una novela que desnuda las facetas ocultas del autoritarismo y la hipocresía de nuestra sociedad. Poco después de que Rita aparece muerta en la iglesia que suele frecuentar, la investigación se da por cerrada, y su madre es la nica que no renuncia a esclarecer el crimen. Pero jaqueada por la enfermedad, es también la menos indicada para encabezar la búsqueda del asesino. Un penoso viaje de los suburbios a la Capital, una vieja deuda de gratitud, una conversación reveladora.

43 reseñas sobre el libro ELENA SABE

Rita aparece muerta, colgada del campanario de la iglesia de su barrio. La investigación se cierra en un suicidio aunque su madre insista en que fue asesinada porque “Elena sabe” que su hija le temía a la iglesia en los días de lluvia. "Elena sabe” que la policía no hará nada más al respecto. También “sabe” que el cuerpo ya no le responde como antes para hacer su propia investigación, “Elena sabe” que Rita estaba cansada y hastiada. “Elena sabe” muchas cosas, pero hay otras más profundas que ignora y que cambiarán su perspectiva de la vida. Una novela que empieza como un policial, pero se transforma en un manifiesto sobre los vínculos familiares, las responsabilidades y la maternidad; mejor dicho, la “no maternidad” por elección y no la “maternidad” por presión social. Debo decir que Claudia Piñeiro logró poner muchos elementos en una novela que no supera las 250 páginas, pero, aún así todo combina, nada sobra, ni quedan cabos sueltos. Aunque personalmente, me hubiera gustado un final más cerrado. Incluso se toma la libertad de utilizar varios capítulos en un simple viaje (simple para nosotros, no para Elena). A pesar de eso, la lectura no se torna pesada ni monótona en ningún punto.


Cada vez me gusta más la forma de escribir de Claudia Piñeiro, no pudo ser más acertada y realista en la descripción de la enfermedad del Alzheimer, en la crudeza que puede ser la vida diaria para algunas personas. La hija de Elena aparece muerta una tarde en la iglesia de su localidad, ella sabe que no es un suicidio pero no tiene fuerza para esclarecerlo y las autoridades no hacen demasiado caso. Acude a una persona, que es parte de un pasado imborrable haciendo un viaje en tren con grandes sacrificios, pero en vez de ayuda recibirá revelaciones sorprendentes.


Muy interesante lectura, breve pero contundente. Un clima agobiante y un muy lento desarrollo para acompasar a una Elena destruida por la tristeza y la discapacidad progresiva en un viaje, para ella enorme, con la última esperanza de conseguir ayuda para descubrir al asesino de su única hija que fue hasta ese momento su soporte. Subyace en todo el relato las relaciones tóxicas, la relación entre el enfermo y su cuidador. Las deudas de gratitud, los roles sociales de la maternidad en sus diversas facetas. Por momentos sentí un ensañamiento innecesario en un tema ya tan dramático


Mientras leí esta novela, que es bastante breve, pero intensa, llegué a sentir, por momentos, la desesperación e impotencia de la protagonista, una anciana que tiene Parkinson. Confieso que tuve que leer otra novela corta en el medio para cortar la intensidad. Está muy buena, pero me tocó algunas fibras porque hace un par de años me tocó vivir de cerca la muerte de dos de mis abuelos que se fueron degradando físicamente, poco a poco, y la historia de Elena me generó muchas sensaciones. La prosa de Claudia Piñeiro me recordó a Saramago. Escribe todo de corrido y usa comas y mayúsculas después de la coma, en lugar de usar puntos. Es un estilo indirecto libre, el fluir de la conciencia de la protagonista y las voces de otros personajes que se van mezclando… Pero se entiende perfectamente quién habla cada vez. Elena es fuerte, soberbia, Elena sabe…  Tantas complicaciones en su vida llegan a ser, de a ratos, absurdas y hasta tragicómicas. Especialmente escenas como el cura tratando de seguir la misa como si nada, el intento de Elena de querer levantar el cajón, el divague del taxista, la toma de la pastilla, las discusiones con Rita, etc. El maltrato de la burocracia es muy realista al punto de llorar cuando la tratan bien. Dicen que leer te hace más tolerante, porque se llega a empatizar con otros muy distintos a uno, aunque sea en la ficción, y éste es uno de esos claros ejemplos. Qué duro es ser como Elena. Por último, hay varias historias de mujeres además de la anciana, temas muy diferentes entre sí y polémicos. Todos estos me parecieron aciertos de la autora. Ah, y hay que tener en cuenta que todo transcurre en un día. Es mi segunda novela de Claudia Piñeiro y ya soy fan.  "... a mí no me vengas con la obediencia, si a vos tu superior te da una orden idiota y la acatás, es porque vos también sos idiota…" 


Cómo narrar lo cotidiano a la perfección... En un libro completamente distinto a lo que había leído hasta ahora de la autora Claudia vuelve a demostrarme que es de lo mejor que hay para leer


La narración de Claudia Piñeiro es perfecta, como siempre. Comenzas a leer y te lleva de una manera que no podes parar, hasta que termina, al menos, eso me pasa a mi. La historia que relata, no es de mis favoritas, no me gusta leer drama de este tipo (no quiero espolear) me da tristeza e impotencia, pero es una lectura muy recomendable.


Corto. Contundente. Especial sobre todo para aquellos que sabemos lo que vivir con una madre enferma terminal. Duro. Sin medias tintas. Al hueso. No pude parar de leerlo hasta que lo terminé.


Una historia fuerte y dramática. Imperdible!


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FRASES DEL LIBRO ELENA SABE

Elena no se plantea que uno sin cuerpo sea el alma, porque no cree ni en el alma ni en la vida eterna. Aunque nunca se haya atrevido a contárselo a nadie. Apenas sí se lo dijo a ella misma, cuando ya no pudo mentirse más.


Publicado porye gomez

... y se pregunta si al Parkinson habría que tratarlo de él o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia.


Publicado porye gomez

Elena sabe qué diría Rita si la viera, conoce de memoria su sermón y le gustaría escucharla, aunque la retara, aunque se enojara y la insultara, igual elegiría escucharla. Prefiere su insulto a su ausencia pero sabe que no importa lo que ella prefiera porque la muerte se llevó su posibilidad de elegir.


Publicado porCARI TEJE

Si a vos tu superior te da una orden idiota y la acatás, es porque vos también sos idiota, y lamento informarte que la idiotez también es de tratamiento prolongado aunque nadie te lo escriba de puño y letra.


Publicado porMamencv

Pero Rita ya no está, alguien la mató aunque todos digan otra cosa, Elena sabe, y a pesar del respeto a su memoria no puede permitirse hacer una maniobra semejante para cumplirle el ritual a su hija muerta".


Publicado porjulia1955

Allá va, un pie delante de otro, a pesar de que ya nadie pueda devolverle al rey su corona, ni a su hija la vida, ni a ella su hija muerta.


Publicado porJuan.04