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Sinopsis de EL VIEJO Y EL MAR

Relato que entreteje la vejez, el mar, la lucha del hombre con la naturaleza, el esfuerzo físico, la derrota y la victoria, el sol del trópico o el destino. Un viejo pescador emprende su última travesía de pesca y lograr dar con una gran pieza contra la que tendrá que luchar duramente. Cuando por fin consiga matarla, se verá obligado, por su desmesurado tamaño, a atarla a un costado de la barca, y de regreso a la costa tendrá que afrontar los ataques de los tiburones a su pieza. En ALIBRATE puedes encontrar todas las reseñas de los libros de Ernest Hemingway y todas las opiniones de los lectores sobre El viejo y el mar.

233 reseñas sobre el libro EL VIEJO Y EL MAR

El viejo y el mar, de Ernest Hemingway Recuerdo que hace muchos años me resultó muy cansado. En esta ocasión lo he disfrutado un poco más, aunque si, es un tanto tedioso acompañar su monólogo de reflexión y lucha. Santiago es un hombre que sabe de su oficio, su experiencia es indiscutible, pero se siente viejo y apela al derecho de tener suerte, se la merece según dice. Pienso sin embargo, que dejó de lado sus conocimientos, él mismo reconoce todo lo que debió haber hecho o llevado en su viaje. Tomó decisiones que le salieron muy caras, puede que le haya ganado el orgullo ante la sabiduría que da la experiencia. Esta es mi reflexión final, que el sentirnos sabedores y orgullosos no nieble nuestra mente, las decisiones vitales deben tomarse bajo reflexión, no en forma impulsiva. Además que debemos darle el valor a quienes nos quieren y respetan, permitirnos dejarnos ayudar cuando lo requerimos, eso no nos hace menos personas. Leído en abril 2022 CITAS Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable. Me pregunto si tendrá algún plan o si estará, como yo, en la desesperación. Pero el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado. ¿Y qué es lo que te ha derrotado, viejo? Nada. Me alejé demasiado.


EL VIEJO Y EL MAR ¡Qué bonito reencontrarte con tus libros de la niñez! Hoy quiero dar gracias, primero a Dios por permitirme estar en mis 5 sentidos y tener tanta gente linda a mí alrededor. Y es que Hemingway trae esta épica, corta pero profunda novela, que nos recuerda temas como superación, soledad, resignación, lucha, determinación y hasta un poco de religión, siendo quizás la obra cumbre del autor. Con un exquisito lenguaje al estilo cubano, ambientada en la habana de los 50´s, un peculiar sinnúmero de palabras utilizadas por gente de mar, se presenta aparentemente una novela sencilla, con un tema principal, “el reto de capturar un enorme pez y el reencuentro consigo mismo de un envejeciente pescador”, enfrentándose a la prolongada soledad en altamar y el manejo de la misma, la que quizás sea su última travesía, dejándonos varias enseñanzas, a partir del pesimismo de un período de recesión, luego de la primera guerra mundial. El autor logra sumergirnos en esta especie de narración lineal, donde el mismo pescador va contando su historia personal, un estilo singular, que es el que aprendí a leer cuando pequeño, a través de párrafos homogéneos, breves pero precisos, con ternura y a veces con un poco de tristeza, dejando las ideas a nuestra conciencia para que logremos interpretar a través de la información ofrecida al lector. Una obra con un gran mensaje. Recomendado para todo público.


Como un cuento que trata de un viejo pescador puede generar en el lector tanta angustia, empatía y tristeza. El que lo lee de forma literal, así, a ver si al final el viejo consigue o no pescar al gran pez se perdió el libro entero. Este libro podría transcurrir en cualquier otro lugar, sin pez ni pescador. El libro trata de como todos los hombres luchamos en soledad durante la vida, con mayor o menor sentido de la moral y el honor, en este caso la lucha será hasta el final, y el final de la lucha del hombre, siempre es la muerte. Logra conmover hasta las lágrimas. Desde que leí El Viejo y el Mar, Paris era una Fiesta y Tener y no tener, tengo una frase de cabecera: “Hemingway no tenía ningún tipo de respeto por los sentimientos del lector”. Realmente sus novelas me dejan triste y angustiada al extremo y esa capacidad de hacerte sentir es lo que las hace únicas.


En aquellos maravillosos años universitarios me tocó en suerte una pandilla que reverenciaba la literatura norteamericana. Era tal su fanatismo que cualquier guerra santa quedaría en riña de patio de colegio a su lado. Faulkner, Salinger, Fitzgerald, Capote, Steinbeck, Roth, eran sus evangelistas y ellos hacían gala de sus libros incluso cuando salíamos de marcha. ¿Qué hacía un hereje como yo, que sólo leía por aquel entonces a Mortadelo y Filemón? Llevarme a la morena. Siempre. Sin excepción. Únicamente en periodos de exámenes renunciaba a una de las dos pasiones mundanas y aparcaba, lógicamente, los cómics. De toda aquella generación de escritores, Hemingway ha sido siempre el eterno aplazado. El tiempo, el viejo y su mar me dan hoy la razón. Y es que, no veo absolutamente nada sobresaliente en la pluma del autor. Su prosa, en esta obra, es sencilla, repetitiva, casi primitiva. Vamos, como la mayoría de sus contemporáneos. Ya sé. Lo que ha hecho de este libro un clásico es su mensaje, y, tal vez, un Pulitzer que como en muchas otras ocasiones, me deja cara de no entender el porqué. La novela nos acerca a Santiago, un viejo pescador cubano que lleva 84 días seguidos de mala o nula pesca. Sobrevive gracias a la caridad de su antiguo aprendiz y al tesón que nuestro anciano le pone a eso de vivir. El relato de Hemingway nos habla de la condición humana, de la lucha por nuestros objetivos más allá de la moralidad de como conseguirlos. De la soledad, y del final del camino, ese último puerto llamado muerte, hacia el que todos, irremediablemente navegamos. No discrepo de la intención. Pero Santiago no busca alimento, no lucha por atender ninguna necesidad primaria. A nuestro protagonista no le sirve un pequeño pez con el que ganarse el sustento diario. Quiere un gran pez o lo que es lo mismo, notoriedad y reconocimiento. Perseguir a un ser vivo durante tres días, provocándole un sufrimiento extremo y llevándole a él mismo al borde de la extenuación no me parece un motivo ni ético, ni merecedor de premio alguno. Es cierto que el viejo, tiene momentos donde se cuestiona su acción en la soledad de la barquita, pero más bien me parece carga de conciencia que siquiera una insignificante fracción de arrepentimiento. No puedo, por tanto, bajo ningún concepto comprar parte del mensaje. Desde que el hombre piso la tierra lo hizo con un gran error imposible de corregir. Porque es innato. Porque es puro instinto. Alcanzar su pequeña gloria y superponerla por encima de los demás. Aunque esto suponga romper las reglas y el ecosistema. El problema es que este cuento se ha querido vender como un alarde de espíritu de superación, de conseguir los objetivos. De lucha hasta el límite de las fuerzas de cada cual. No. Tengo la esperanza de que Hemingway deseara precisamente que nos plantearamos la moralidad e incluso la necesidad de rendirse ante según que objetivos. Sin embargo, el texto me da argumentos de todo lo contrario y así ha trascendido. La lectura me ha resultado algo afixiante, aunque debo reconocer la capacidad del autor a la hora de crear una trama aburrida y envolvente. Nada fácil dado el antagonismo de las mismas. Pese a todo, lo que si ha conseguido este norteamericano es reflexionar, siendo un texto tan sencillo. Lo he disfrutado, para que negarlo, pero me faltó un mejor trato en la narración.


Esta obra de Ernest Hemingway ha sido polémica desde su aparición en 1952. Es una novela corta, aunque muchos la han considerado un cuento; con una trama intensa para algunos, pero muy simple para otros; una novela magistral para un grupo, mientras que a otros les parece sobrevalorada. La percepción particular que nos deja una obra es parte de la amada libertad que tenemos como lectores. Personalmente la considero una obra extraordinaria. Sebastián, el protagonista, un viejo pescador experimentado, enfrenta la vida en soledad, sin darse por vencido aun en la peor adversidad. La magia de "El viejo y el mar" está en que Hemingway nos trasmite “por todos los sentidos” la trama de la novela: el paso del tiempo solo en alta mar, sobreviviendo en su realidad con las únicas herramientas que constituyen sus conocimientos y experiencias. Empezamos a sentir el cansancio de Sebastián, vivir sus pensamientos y recuerdos, que de pronto son interrumpidos por una magistral descripción de los momentos intensos en los que Sebastián trata de salvar el enorme pez que ha capturado, lo que ninguno de los pescadores más jóvenes del pueblo había logrado, de la voracidad de los tiburones. Las salpicaduras producidas en la lucha contra los escualos brotan de las páginas para estrellarse en nuestra cara. Sin importar nuestra edad, Hemingway nos hace vivir la vida de Sebastián y mejor aun: nos motiva a reflexionar lo que podría ser nuestra propia vida en soledad.


La historia trata de un señor mayor llamado Santiago que es pescador cerca de La Habana, en principio él pesca con un muchacho, pero entra en una racha de mala suerte y no pesca nada durante tantos días que los padres del muchacho le hacen cambiar de barca para que traiga peces y por lo tanto dinero a casa. Esta historia empieza cuando lleva ochenta y cuatro días sin pescar nada. Hasta que pesca un pez enorme y se esta más de un día al mar en su barca tirada por el grandioso pez. En este transcurso vive aventuras y vamos observando lo que hace para sobrevivir. Esta historia parece ser un cuento muy simple, pero encubre el valor del esfuerzo humano, el fracaso, la soledad, la vejez e la amistad. Es una novela muy corta y fue la última obra de ficción de Hemingway. El 1953 recibió el premio Pulitzer de ficción por este cuento y el año siguiente le otorgaron al autor el premio Nobel de literatura. En esta obra he encontrado unas frases que creo que la definen muy bien, que son: “Pero el hombre no está hecho para la derrota” y “Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”. A parte de esto me gustaría comentar que me parece que el viejo es bastante irresponsable, a diferencia del muchacho que se acaba encargando siempre de él. Pero me conmueve que el viejo lo tiene siempre en la mente y lo hecha mucho en falta.


Con el debido respeto que el premio Pulitzer, el premio nobel y todos los seguidores de Ernest Hemingway se merecen, Yo en lo personal he leído por lo menos 150 cuentos e historias mejores que El viejo y el mar y para serles sincero sigo sin entender el porqué es una historia tan reconocida y casi un infaltable entre los amantes de la literatura. Pero bueno, me voy a auto cuestionar: quizá no supe valorar o apreciar toda la magnificencia y el prodigio de la pluma de Hemingway, diré que simplemente esta historia no era para mí. Y es que además de parecerme una historia plana, lenta y un poco aburrida, el libro no me despertó absolutamente nada y si a la pluma del escritor debo hacer referencia, tampoco encontré magia, conexión o algún aspecto diferencial en su narrativa. Sin embargo, deseo y acepto una revancha con el autor ya que en el pasado no siempre en los primeros intentos me fue bien, en carpeta estoy listo con “Por quién doblan las campanas” obra cumbre y catalogada por la mayoría como su mejor libro. PDTA: Reconozco que mi reseña es aburrida, como el libro 🤣🤣🤣


Una historia conmovedora y sumamente reflexiva. Aporta una nueva de forma de ver y enfrentar los problemas de la vida.


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FRASES DEL LIBRO EL VIEJO Y EL MAR

Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable.


Publicado porNuryta

Pero el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado.


Publicado porNuryta

Trato de no pedir prestado. Primero pides prestado; luego pides limosna.


Publicado porNuryta

Todo mata a los demás en cierto modo. El pescar me mata a mí exactamente igual que me da la vida. El muchacho sostiene mi vida.


Publicado porNuryta

El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido pero no derrotado.


Publicado porRafaguillo

Era demasiado bueno para durar, pensó. Ahora pienso que ojalá hubiera sido un sueño y que jamás hubiera pescado el pez.”


Publicado porDanielgarcialan65