Una historia plena de ironía y lirismo. Su protagonista es el generoso y un poco pedante vicario Primrose, un amante padre de familia pintado con humor y ternura. Su ruina económica desencadena una tormenta de calamidades que su familia tiene que afrontar: engaños, amores no correspondidos, raptos, duelos... Pero él confía siempre, y con paciencia, en que todo termine bien.
Es una de las obras más populares de la literatura inglesa. Porque la novela es un interesante cuadro de época, en el que se puede observar, entre otros aspectos, la importancia del núcleo familiar como epicentro de la vida doméstica y el delicado papel de la mujer y su limitado rol social; que refleja las características y aspiraciones de un sector de la Inglaterra de esa época; al tiempo que indaga sobre la naturaleza humana y pone al descubierto las pasiones del hombre en su relación con otros hombres, la familia y los amigos. Una novela llena de mucho humor, amor y ternura, con raptos, fugas y engaños, con ironía y sátira, que hace que su lectura sea deliciosa, amable y muy amena.. Es una de las obras de ficción más queridas y apreciadas del siglo XVIII. Representa la caída y el ascenso de la familia Primrose, quienes soportan muchas pruebas, incluida la pérdida de la mayor parte de su dinero,la seducción de una hija, la destrucción de su casa por el fuego y el encarcelamiento del vicario, antes de que al final todo se arregle. Su protagonista es el benevolente y un poco pedante vicario Primrose, narrador de una trama de cuento de hadas de suplantación y engaño, el secuestro de una bella heroína y las maquinaciones de un villano aristocrático. Concluyo la reseña con un fragmento de Rafael Gómez Pérez sobre la novela, "Para quienes desean una historia divertida, emotiva, que incluso hace llora, repleta de buenos sentimientos, y que acaba bien, esta es su novela."
"Poca son las virtudes que resisten el poder de una larga y agradable tentación".
"La índole de una mujer se acomoda generalmente a la hechura de sus facciones".
"Fui joven y ahora soy viejo, sin embargo, jamás vi al justo en el abandono, ni a su posteridad mendigar el pan cada día".
"La amistad entre personas viciosas dura tanto como el placer de las dos partes".