Sherlock Holmes tiene un nuevo caso: el asesinato del señor Douglas, el propietario de una casa en el valle de Vermissa. Pero un giro inesperado complica el caso y el suspense de la historia nos arrastra hacia el fondo del valle del miedo.
Me encantó. Lo devoré en un día, tiene un poco más de 200 páginas, de fácil lectura y con una trama más que interesante. La historia está inspirado por el libro de Allan Pinkerton sobre la organización criminal, Molly Maguires, que causó el terror general en las minas de carbón en el año 1875, en EE.UU. La historia está divida en dos. De alguna manera son dos historias. La primera, donde Sherlock Holmes debe descifrar el sangriento asesinato de John Douglas, a quien dispararon en el rostro. Su amigo, Cecil Barker es el único que llegó pasado el minuto de escuchar el disparo. La viuda no lloró, los mayordomos ni se inmutaron, pese a que todos dicen era un buen hombre, ¿qué pasó? Descubrelo tú mismo. La otra historia es una 20 años atrás en la que intervienen la hermandad que ha convertido a Vermissa en un valle de terror. Los merodeadores, al mando de Mcginty asolan el pueblo. Toda cobra sentido cuando ambas se unen. Paciencia y tranquilo, deja que Sir Arthur Conan Doyle te dispare el desenlace en el rostro.