1. ALIBRATE
  2. CIENCIA Y TECNOLOGÍA
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Sinopsis de EL UNIVERSO ACCIDENTAL

Alan Lightman explora los problemas filosóficos y emotivos planteados por los recientes descubrimientos de la ciencia. Sigue el diálogo entre la ciencia y la religión; el conflicto entre el deseo humano de permanencia y la transitoriedad de la naturaleza; la posibilidad de que nuestro universo sea simplemente un accidente; la forma en que la tecnología moderna nos separa de la experiencia directa del mundo, y cómo nos resistimos a que nuestro cuerpo y nuestra mente sean explicados exclusivamente por la razón y la lógica científica. “¿Es nuestro universo meramente una casualidad estadística, un raro accidente? En este libro, Lightman introduce al lector en las últimas cavilaciones de los físicos sobre la vastedad del espacio, la ineluctable marcha del tiempo y los orígenes de la materia. Lightman describe el celo de los científicos por la ley, la simetría y el orden del cosmos, así como el fascinante asombro que ello suscita.”- DAVID KAISER, FÍSICO E HISTORIADOR DE LA CIENCIA “En este breve volumen, Alan Lightman observa el universo y captura aspectos del mismo en una serie de ensayos muy bien escritos, cada uno de los cuales presenta una idea del universo desde una perspectiva diferente: el tiempo, la simetría, o la divinidad. Es la meditación de un destacado físico y humanista, un libro que leerá con placer c...

1 reseñas sobre el libro EL UNIVERSO ACCIDENTAL

Éste libro de Alan Ligthman es posterior, a uno primeramente escrito por Paul Davies, y que formaba parte de la colección de editorial Salvat: Biblioteca Científica Salvat. Ambos se complementan y tratan sobre lo mismo. El universo actual como lo conocemos se originó debido a que se cumplieron ciertos requisitos fundamentales, que están relacionados a ciertos valores precisos y no otros, de las constantes físicas y químicas fundamentales. De no haber sido así, no se hubiese formado el universo tal cual lo conocemos hoy en día o simplemente no se habría formado; en cuyo caso ni usted cómo lector ni yo como reseñador existiriamos. Por dar un ejemplo; la velocidad de la luz es una constante, su valor es de 300,000 kilómetros por segundo; y este valor se mantiene inalterable sea que estemos quietos o desplazandonos a diferentes velocidades, no cambia. Éste es un ejemplo; los autores ponen varios más. Atrevanse a conocer más sobre este tema Antes que las constantes universales, por algún motivo cambien, y ellas con nosotros.


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