Una historia donde se puede ver el paso de los días en soledad, sus anhelos, sus deseos y lo que son capaces de hacer por conseguir sus objetivos. Me llamo Iván, soy un gorila. No es tan sencillo como parece. Yo era un gorila salvaje que vivía en la selva, y aún conservo este aspecto. Tengo la mirada tímida de un gorila, y la sonrisa pícara. Tengo una zona de pelaje que parece cubierta de copos de nieve, el uniforme de un espalda plateada. Cuando el sol me calienta la espalda, proyecta mi sobra, la de un gorila majestuoso.
Un libro encantador, que nos hace tomar mas conciencia sobre el cuidado de los animales, nos transmite que ellos tambien tienen sentimientos, y viven en nuestro mundo, el cual merecen ser respetados y valorados, ya que no causan ningun daño, un libro con muchas enseñanzas, muy bonito.
Me ha parecido muy bonito y con mucho sentimiento. Un libro que especialmente los niños deben leer para que deje de haber maltrato animal en un futuro y tengamos más consciencia. es muy bonito
Awww! Iván me enseñó que el aspecto no importa. Un libro donde la amistad reina y es que este cuento es muy hermosa. Un libro que te enseña que la apariencia es lo de menos y que los sentimientos son los que cuentan. Un libro que te hará ser libre en la naturaleza y ser amable con ella.
Una historia muy emotiva que te sauna visión de los animales q son parte de atracciones en locales comerciales, lectura entretenida y amena.Buena para leer con tu pequeño
Es un libro incomparable, la verdad es que es muy difícil ver el mundo con los ojos de alguien más, pero Iván nos enseña tantas lecciones durante su historia dentro de este pequeño libro, que solo viendo a través de sus ojos podríamos comprenderlas y aceptarlas como seres humanos imperfectos que somos.
Los humanos hablan demasiado. Parlotean como chimpancés, y congestionan el mundo con su ruido, aunque no tengan nada que decir.
Los humanos derrochan palabras. Las lanzan como cáscaras de plátano y las dejan ahí, a que se pudran.
—Creen que soy muy vieja para meterme en problemas —dice Stella—. La edad avanzada es un disfraz poderoso —agrega.
Todo el día observo a los humanos que se apresuran de una tienda a otra. Intercambian entre sí sus papelitos verdes, resecos como hojas viejas y con el olor de las miles de manos que los han tocado una y otra vez.
El corazón de los gorilas está hecho de hielo, Iván. El de los elefantes, de fuego.