La historia de una joven marroquí que lucha por su libertadMimoun y su hija nacen para cumplir los papeles que el patriarca les ha asignado, unos roles establecidos hace miles de años. Pero las circunstancias les llevan a cruzar el estrecho de Gibraltar y a entrar en contacto con las costumbresoccidentales. La protagonista sin nombre tratará de comprender por qué su padre se ha convertido en una figura despótica,mientras inicia un camino sin retorno hacia su propia identidad y libertad.
Mimoun debía de estar medio atemorizado y medio emocionado por tantas cosas nuevas, a pesar de que acabaría siendo el último gran patriarca. Ven, que te presentaré al jefe, y vio a un hombre de piel muy clara, como rosa, sin pelo. Gordo, enorme, con los pantalones abrochados por debajo de la barriga y la raya del pelo pegada a la oreja para tratar de disimular la calvicie. Puede que se le hubiera puesto esa cara de tanto comer cerdo, o quizá es que en ese país todos eran así. El tío habló un rato con él y finalmente el jefe lo repasó de arriba abajo. Dice que estarás a mis órdenes y que me ayudarás en todo lo que haga; si te pregunta, di lo que pone en tu pasaporte, que tienes dieciocho años. Mimoun seguramente pensó que si le preguntaba algo no entendería nada, y le debió de empezar a coger manía justo en el momento en que lo había repasado de arriba abajo como midiendo el provecho que le podía sacar.