Ya lo he escrito en otros sitios, me encanta como escribe Ignacio del Valle. Maneja el idioma de forma magistral, con una gran riqueza de vocabulario, pero sin resultar insidiosa ni perder el tono de un hombre de cierta cultura, Arturo Andrade, rodeado de soldados y oficiales de todas las raleas y él en busca de la verdad "porque alguien lo tiene que hacer" y todo ello arrastrando esa oscuridad interior que le hace bordear la perdida de la razón y del alma. Esa misma oscuridad que refleja en el paisaje ruso y el frío continuo sin luz en el que se desarrolla toda la historia, en un entorno castrense, se hacen, a ratos, largos, però pronto llega esa reflexión que nos vuelve a poner en movimiento. Me gustó algo más "El arte de matar dragones", però és que los dragones me gustan más que los emperadores
Los niños destruían el presente, pero eran los únicos capaces de construir el futuro. Recordad que mientras llevéis un niño, podréis eludir el mal refugiándoos bajo el manto de la inocencia.
El comandante Reyes Zarauza gastaba uno de esos bigotitos que parecían vender con la camisa azul...
... porque el cinismo era la consecuencia, casi la obligación de las mentes lúcidas para sobrevivir