El teatro en la escuela pretende fomentar la empatía entre el niño y el grupo (sus propios compañeros); enriquecer su personalidad, su lenguaje, su expresividad verbal y no verbal, y su capacidad de memorización; desarrolar su grupo estético y literario, y constituir una puerta de entrada del niño hacia el arte escénico, el cual, por su propia naturaleza, es un arte totalizador, donde se conjugan la palabra, las artes plásticas, la mímica, el movimiento, la música.