La familia Moghrabi ha vivido en Palestina desde hace mucho tiempo. En fechas cercanas a la Primera Guerra mundial, el soldado otomano Kamel Moghrabi es encarcelado por los turcos. Pero se reúne con su familia después de ser liberado por fuerzas británicas, y se casa con su amiga de la infancia, Haniya. Poco les dura este inciso de felicidad ya que su tierra comienza a ser asolada con violencia por la población local árabe y los judíos que emigran de toda Europa. Se frustra toda posibilidad de una Palestina independiente, y la familia de Kamel tiene que dejar el hogar de sus queridos olivares.
Un libro totalmente recomendable para conocer un poco más sobre el conflicto palestino – israelí. Un conflicto que parece no tener fin ni ninguna solución. Basado en hechos reales, es una historia fascinante y desgarradora a la vez. Llena de injusticias, impotencia, una lucha interminable por defender sus hogares y sus vidas. Es increíble cómo terceros países deciden y negocian, para sus intereses, la vida de los demás a lo largo de décadas. Contada con una prosa delicada y llena de sentimientos que te envuelve magistralmente en todo momento. 16/Mayo/2021
Buena lectura para poder comprender mejor, a través de la novela, el inicio del conflicto entre palestinos e israelíes y que dura ya más de 70 años. A través de la familia Moghrabi, una familia palestina, se nos sumerge en una historia que se desarrolla en torno a las causas y circunstancias que dieron lugar a esta larga disputa entre un pueblo que lucha por hacer de una tierra su Estado, y otro pueblo que se ve diezmado y exiliado de la tierra donde ha vivido durante generaciones. Y, como siempre, países de occidente metiendo la garra y siendo cómplices y causa de la interminable pugna. Aunque desde el punto de vista palestino, merece la pena para entender un poco mejor el origen del daño y sus causantes.
“Los americanos, que siempre están hablando de los derechos de la gente autóctona, de la injusticia del colonialismo, son los primeros en mirar hacia otro lado, ignorar el robo de nuestras tierras y reconocer a Israel.
“Los americanos siempre abogan a favor de la igualdad, ¿pero para quién? ¿Considerarán alguna vez la justicia para los árabes?”