EL SUEÑO DE BRUNO

Esta novela ha levantado un muro casi insalvable en mi mente desde el inicio hasta el final. Siempre he admirado a Iris Murdoch como mujer y como filósofa, pero nunca había leído ninguna de sus obras. "El sueño de Bruno" es una de sus novelas más leídas, por ende de las más famosas. ¿Y a mi qué? La fama no constituye ningún factor para leer en mi particular visión del arte de la literatura. Vamos al grano, ¿os parece?: Desde el comienzo me aburrí soberanamente, aunque encontré los porqués para leerla entera: el estilo y los personajes. El estilo filosófico y profundo en la narración me ha descubierto una mente lúcida y conocedora de la sociedad londinense de los años cincuenta y sesenta. Los personajes, profundos y perfectos, me provocan pensamientos de cómo crearlos para convencer al lector de que la ficción es lo más real que tiene delante mientras lee. La profundidad, el vocabulario y la diferencia entre todos ellos es magnífica. Los identificas por una palabra en una conversación. Basta solo eso, nada más. La historia no es nada del otro mundo. Una familia desestructurada, como se dice hoy; un anciano moribundo y las personas que lo cuidan. Una vida echada a perder que en la vejez busca la reconciliación consigo mismo. Pero el camino de cada personaje en la búsqueda de ese amor que creemos que merecemos hace que la novela fluya por momentos. Lo mejor: lo patéticos que son los hombres y lo insatisfechas que son las mujeres en la novela. Lo peor: demasiado plana para mi gusto.

"Algunos creen eso también. Que la vida puede redimirse. Pero no podía ser y era eso lo que resultaba terrible. Había amado solo a unas pocas personas y las había amado mal, de un modo egoísta". Bruno es un nonagenario postrado en una cama debido a una enfermedad que lo va disolviendo. Sabe que la muerte está cerca, es solo cuestión de días, sin embargo sigue resistiendo. Los fantasmas del pasado lo obsesionan, su mujer y una vieja amante y un hecho que los llevó a la desgracia. Una hija muerta en extrañas circunstancias y un hijo con el que no se habla hace mucho tiempo lo hacen reflexionar acerca de lo mal que se ha portado en la vida. Es cuidado por su yerno y un ama de llaves. La aparición de su hijo, su nuera y la hermana de ésta hace que se desarrolle en torno a él una historia de amores y desencuentros entre éstos personajes, más un enfermero, el siniestro Niles. A modo de "Sueño de una noche de verano" de Shakespeare los amores se irán entretejiendo de forma casi vodevilesca. El gran tema de la novela es la búsqueda del amor, sin duda, pero Murdoch se detiene en la etapa del enamoramiento. Así como en la comedia de Shakespeare, al tomar un brebaje nacía un sentimiento de amor intenso, aquí pasa lo mismo entre los personajes. Lo que la autora desarrolla muy bien es, por un lado, que sucede alrededor nuestro cuando actuamos a partir del enamoramiento. Bruno en sus recuerdos se lamenta el dolor que causó en Jane, su esposa. Lo mismo pasa con el resto de los personajes. Y, el segundo, y aquí Murdoch hace maravillas, es qué pasa cuando termina el enamoramiento y entra la razón. La caída es dura. La prosa de la autora es adictiva, los diálogos muy bien escritos, pero lo más interesante viene una vez terminado el libro, te hace reflexionar por días, hace que revises tu propia historia, tus elecciones. Esto es lo que la convierte en una obra necesaria.