EL SEÑOR PRESIDENTE

No me gustó. Creo que usa una jerga muy regionalista y es complicado de leer si se es de otro pais. Muy confuso para mi gusto. Quizas, no me encuentro a la altura de éste libro y dentro de unos años vuelva a leerlo para poder entenderlo. Pero por los momentos me aburrió demasiado.

Increíble, me siento orgulloso de que sea un escritor guatemalteco, una novela muy fuerte y muy interesante

Intentaré ser breve, aunque con esta novela es difícil. Porque El Señor Presidente de Asturias es un libro que no carece de nada, tiene grandes personajes, una trama intrigante, asfixiante y sumamente compleja que a través de una prosa que juega con los sentidos, lo onírico, la jerga y la ambientación consigue crear una de las mejores novelas latinoamericanas que he leído. Lo único que necesitas saber para leerla es que en un país donde un dictador gobierna como si fuera el mismísimo dios quiere inculpar del asesinato de un general a dos hombres que no son de su agrado, pero que, por supuesto, son inocentes. La trama se desata desde el momento en que el Presidente monta el espéctaculo para inculparlos, lo que nos mostrará lo terrible que puede ser una dictadura y lo maligno del poder que de allí se desprende.

Lo leí hace un par de años. Recuerdo que lo mío me costó ya que me resultaba difícil entender la jerga guatemalteca en algunas partes, pero lo que sin duda se entendía muy bien es esa descripción que hace Asturias sobre cómo los poderosos se relamen cada vez que los de clase baja se matan entre ellos, porque de hecho me parece uno de los detalles más significativos de la historia. No es tanto la lucha contra el tirano, sino la lucha entre los que están en la misma penosa condición. Los mismos militares se preguntan qué sentido tiene mantener la lealtad a un régimen desleal con los ideales de la nación, los más rebeldes se preguntan si la promesa para los humildes de una vida eterna junto a Dios no es más que una trampa para que sigan aguantando injusticias sin rechistar, y mientras tanto, el presidente mostrándose como algo cercano a Dios para seguir manteniéndose en el poder, pidiendo sacrificios a cambio de proteger al pueblo de ataques enemigos. Al final, la auténtica liberación en Guatemala pasaba por escapar del país, pero los únicos que eran verdaderamente libres eran los muertos.

Buenísimo!!! A la altura de "La Fiesta del Chivo" y " Yo, el Supremo". La historia latinoamericana contada con cruda belleza.

Una buena radiografia, de lo que han sido las dictaduras en Guatemala y en latinoamerica...