EL SEÑOR DE LAS MUÑECAS Y OTROS CUENTOS DE TERROR

Es lo primero que leo de esta escritora, y estoy segura de que no será lo último. Con una prosa magnífica me ha contado unos relatos que, si no dan miedo en el sentido más estricto de la palabra, sí me han dejado con un no sé qué cuando acaban. Esta sensación de incomodidad supongo que se genera cuando nos damos cuenta de que cada uno estos cortos escritos pueden hacerse realidad en cualquier momento. Personas malas y crueles hay en todos los sitios, lo único que podemos hacer los demás es agachar las orejas y rezar para que no se crucen en nuestro camino. Cada uno de los relatos me ha tenido un buen rato con el corazón a mil, imaginándome las escenas finales, que tienen una fuerza increíble. Mamaíta ha sido mi favorito, porque ha logrado ponerme los pelos de punta con sus menos de 50 páginas, ha encendido el miedo como madre, que siempre anda latente, y el horror como apasionada de los animales, de CUALQUIER animal. Un libro de historias nada corrientes para personas a las que les guste el terror psicológico. Se lee en un finde y deja sensaciones para mucho más tiempo, muy recomendable.

Estremecedor, terrorífico y perturbador. Un horror basado en la perversidad humana aparece en casi todos los relatos, la sospecha de que algo dentro de lo cotidiano no funciona como se espera, la apariencia de que todo es normal y se ajusta adecuadamente a la norma social y sin embargo algo hay de extraño. Aunque la mayor parte de los relatos por el principio ya me iban pareciendo predecibles, los disfruté porque la prosa tiene algo que te hace querer seguir aunque ya sospeches en qué acabará, quizá sólo por ver si existe la posibilidad de un destino diferente que al confirmarse hace pensar que no hay escapatoria, que desde que aceptas entrar en la historia es ya imposible salir de allí como le ocurre a los personajes. Mientras leía no pude evitar pensar en "Mandíbula" de Mónica Ojeda o "Los peligros de fumar en la cama" de Mariana Enríquez que son contemporáneas de ésta obra de Oates.