Acompañado de delicados dibujos, este libro explica la historia, que ocurre en China, de un ruiseñor que con su canto y su corazón lleno de amor consigue salvar la vida de su emperador.
Una linda historia sin muchas pretensiones. En lo personal me gustó mucho, como siempre se pueden extraer muchas lecciones de vida. Jamás un objeto inanimado puede sustituir los sentimientos provocados por una acción realizada con el corazón. El final no está mal, pues el ruiseñor ayuda a su emperador, pero en lo personal me hubiera gustado algo más contundente. Recomendable, no es lo mejor de Andersen, pero no está mal, por lo menos no hay tristeza al final.