EL REY LEAR

Uno de mis preferidos de Shakespeare. El mensaje que transmite, me parece muy duro y a la vez muy real

Shakespeare desata toda la tragedia a partir del silencio de Cordelia. Narra historias espejadas, de amor y desencuentro entre padres e hijos, de un renacer final que llega tarde y de la muerte inútil.

Maravilloso de principio a fin. A pesar de dejar en claro quienes son los buenos y los malos casi sin escalas de grises, la locura, y por contraste las voluntades de quienes tienen juicio, son las que produce inestabilidad durante la historia y con ello pavimentan un camino vibrante para un destino inevitable. La duda se presenta a través de cartas y emisarios, los ideales se defienden mediante duelos sin detalles físicos y la astucia se viste con disfraces. El relleno es reemplazado por poesía de los personajes más fuertes y por filosofía de los personajes denominados locos.

El rey Lear, como casi todas las obras de W. Shakespeare, enseña sobre aspectos estructurales del ser humano. Trata sobre un hombre y sus propios engaños. La ambición desmedida, la deslealtad, la tontería son algunos de los ingredientes que completan esta tragedia. Es la historia de un hombre que envejeció antes de volverse sabio.

Obra dramática que me dejó un agrio sabor de boca cuando la leímos en teatro. No me gustó el final pero así pasa. La recomiendo por ser Shakespeare, porque la misma sublimidad podemos encontrarla en otras obras.

Me encanta este libro, porque a veces cuando los padres tienen a sus hijos favoritos, se enfocan tanto en ellos, que delegan a los otros y cuando algo cambia la dinámica familiar, se dan cuenta que sus hijos favoritos son los que menos ayudan a los padres, a comparación de los que son delegados que son los que más los van a ayudar.

Claro ejemplo de que hay que tener cuidado. No todo el mundo merece tu afecto ni que le des poder sobre ti.