EL RETRATO DE DORIAN GRAY

Creo que es lo primero que leo de Oscar Wilde. Habré leído alguno de sus cuentos y he visto algunas películas basadas en sus relatos, pero es la primera obra extensa que leo de él. He de decir que ha sido un magnífico comienzo para ir conociéndole y que le seguirán, para ir abriendo boca, las lecturas de muchos de sus cuentos. Escogí leer esta novela porque, además de ser un clásico de la literatura universal, es uno de los libros más leídos de ésta nuestra comunidad, que considero ya muy mía también, de Alibrate. Aclarado este punto voy a por mi reseña... Esta novela es un retrato brillante sobre la vanidad y la depravación, una crítica y una lucha contra la degradación moral de la sociedad. Una melodramática historia de decadencia moral que es una recreación del mito del personaje que vende su alma al diablo a cambio de su eterna juventud. El autor describe de manera genial los diferentes personajes de la novela y se recrea en los protagonistas principales; con descripciones magníficas de hechos y lugares; un lenguaje en ocasiones poético, en otras descarnado. Como era de esperar, la publicación de esta novela fue polémica. Ya en el prefacio Wilde escribió muy acertadamente: "No hay libros morales o inmorales. Los libros están bien o mal escritos. Es todo". A mí, personalmente, me parece una novela muy bien escrita, donde el autor nos descubre su genialidad y talento, y que admite varias lecturas. Una lectura fácil y entretenida, con un punto de suspense y terror, con un final sorprendente. Una lectura más profunda, más pausada, analizando el contexto y la época en la que el autor la sitúa y la crítica que se desprende de todo ello. En suma, una magnífica lectura para acercarme y conocer a un magnífico dramaturgo de finales del siglo XIX. 12 de mayo de 2021

¡Qué deliciosa lectura fue esta hermosa novela! El indudable talento de Oscar Wilde se pone de manifiesto desde el prefacio hasta la última línea de esta joya literaria. La historia trasciende entre los parámetros de la belleza, el pecado, la juventud eterna (deseo de todos hasta que lee esta novela) y el anhelo perverso de no pagar por nuestros pecados. ¡Qué temas tan sensibles toca de manera tan sutilmente descarada para esa época! ¡Y que perdurables son al paso del tiempo! Inmortal serás por esto, Oscar Wilde.

El hedonismo como filosofía de vida, el placer como fin último de la existencia, una percepción plausible únicamente cuando la muerte no es un factor de decisión. La juventud eterna, la capacidad de excederse en todos los pecados capitales, sin ver las consecuencias del deterioro físico, ni siquiera por el natural paso del tiempo... Pero hay consecuencias, la maldad debe expresarse de alguna manera, y es a través de ese cuadro el maldito cuadro. Un libro absolutamente interesante con una trama creativa y llena de un suspenso cautivador y sorpresivo.

El anhelo de disfrutar de la juventud eterna y la predilección por la belleza existen desde que el mundo es mundo. Pero es Oscar Wilde quién toma la obsesión por la belleza y la juventud para escribir de un tal Dorian Gray, un joven atractivo y encantador que se adentra en un mundo de excesos y decadencia moral, con la virtud de permanecer siempre joven. Y así construyó un clásico de tomo y lomo para dejarlo en herencia a la literatura de siempre. No son los hechos lo importante en esta narrativa. Son las palabras que Wilde usa y como las combina, no para ser fiel a un realismo que refleje una época, aunque también lo logra, sino para plasmar con fantasía el deseo de lo bello y de la eterna juventud ante todo. Y más que de la felicidad, del placer. La historia de este muchacho Dorian Gray es muy conocida. Su amigo pintor le hace un retrato magnífico, que refleja su encanto y juventud resplandeciente. Y allí surge el deseo irrefrenable: que el retrato llevase el peso de sus días y que él guardase el esplendor sin mancha de la juventud eterna. Y con un detalle adicional: que fuese el lienzo quien soportase el peso de sus pasiones y sus pecados. De la prosa ya lo dijimos. Más que los hechos, las palabras. Y es por allí, que en ciertos pasajes las cosas se ponen densas y surgen a mi pesar, ciertos bostezos y ganas de adelantar página, lo que sería un sacrilegio. Estoy diciendo que no es una lectura fácil y fluida. Naturalmente, cada cual podrá tener su opinión al respecto. En cuanto a los personajes, es imprescindible nombrar a uno que es de antología. Lord Henry, dotado de una inteligencia solo superada por su bagaje de hipocresía y su larga lengua viperina, que Wilde aprovecha para darle sin asco a la alta sociedad de la época, para tildarla de decadente. Algún comentario de Lord Henry al pasar: “Cuando murió su tercer marido, su pelo se tiñó por completo de rubio debido a la pena” a propósito de alguien que exhibía una extraordinaria capacidad para el afecto familiar. De tanto en tanto, aparecen en la narración, preferentemente también de boca de Lord Henry, agudos pensamientos y declaraciones, llenos de ingenio que no me puedo resistir a traerlos aquí: -Hoy en día, la gente sabe el precio de todo, pero no conoce el valor de nada. -Vivimos en una época en la cual las cosas innecesarias son nuestra única necesidad. -Es la confesión, no el sacerdote, quien da la absolución. -Los libros que el mundo llama inmorales son libros que muestran al mundo su propia vergüenza. -Nos creemos que somos generosos porque atribuimos a nuestros vecinos la posesión de aquellas virtudes que pueden beneficiarnos. Sumando y restando, más allá de los ripios ya comentados, lo que se puede resaltar es la belleza de una prosa que habla de la belleza. Como cuando dice a propósito de una enamorada de Dorian: “Su cuerpo oscilaba al bailar como una planta en el agua. Las curvas de su garganta eran las curvas de un blanco lirio. Sus manos parecían hechas de tibio marfil”. En definitiva, “El retrato de Dorian Gray”, que habla de la eterna juventud, como buen clásico, a 133 años de su publicación sigue sin envejecer.

El retrato de dorian Grey es un clásico universal que lo tuve mucho tiempo en espera para leer, que a primera vista no me fascinó pero luego cuando uno reflexiona sobre el mismo se da cuenta lo inmenso y profundo que es, esta muy bien escrito y ambientado, las descripciones muy precisas las cuales pueden tornarse un poco densas por partes pero necesarias, es un libro para leerlo de a poco no para atracarse. El personaje principal es Dorian, tenemos a Basil el artista encargado de pintar el famoso retrato y Lord Henry, este último es EL personaje del libro, gracias a todas las ideas que le mete en la cabeza su amigo a Dorian, este se obsesiona hasta límites enfermizos por el ideal de belleza y de juventud. Piensa que estos dos ideales lo son todo y que cuando se haga mayor irá envejeciendo y perderá todo lo bueno de la vida y del arte. Henry con sus ideales de belleza y satisfacción de los sentidos va a influenciar en Dorian, pervirtiendolo y haciendo que este se torne en un ser egoísta y lujurioso, oscuro. Mantener la juventud a cualquier coste. Es un libro corto muy original con un cierto toque de fantasía, se debe leer con paciencia para no aburrirse y así poder disfrutarlo mejor.

Una gran obra donde el hedonismo es el centro de la historia. Al principio Dorian se presenta como un joven normal, sin ser consciente de su propia belleza. No es hasta la influencia de Henry y el retarto de Basil donde se empieza a dar cuenta de aquello. El placer de tener belleza y juventud hacen que Dorian quiera esto a cualquier precio, sin importar las consecuencias de sus actos. Una frase donde Oscar recalca esto es "El mal como medio para la concepción de lo bello". Bastante acertado para la trama que desarrolla. Por otro lado, los otros personajes me maravillaron. Cada uno aporta su juicio propio a la trama. Me gustó mucho, sobre todo, el personaje de Henry, quien aporta ese estímulo a la historia y siempre tiene un pensamiento crítico para cada ocasión, y aunque no estaba de acuerdo con alguna cosas que decía, otras sí me parecieron muy interesantes y dignas de reflexionar. Un personaje bastante ingenioso y soberbio. Por otra parte, tenemos a Basil, quien es el gran artista de la historia, y aporta esa parte humana. Un artista puro y apasionado, creador de la mayor desgracia en la vida de Dorian. Considero que para llegar a entenderlos, hay que ponerse en el contexto de la historia, porque no muchos van a caer bien, sobre todo Henry. El final me encantó. No me esperaba tal desenlace, aunque en la introducción ya se insinúa un poco este hecho. En fin, una gran historia que la recomiendo totalmente.

Me tarde en leer un poquito este librito porque tengo en formato digital dos ediciones totalmente distintas tanto en estilo como en prosa. Pues el uno es más sofisticado en su lenguaje y está ilustrado y el otro es simplemente más sencillo. Me di el tiempo y la tarea de leer los dos. Me gustaron ambos. Si que me ha dejado pensando y reflexionando... ¿Será que llega a nuestra vida alguien en un momento determinado y nos corrompe? Porque nunca es tarde para ser esclavo de nuestras pasiones. ¿Será que somos en algún momento débiles y nos dejamos persuadir para caer en lo prohibido y tachados como pecados pecaminosos por la sociedad y nuestra moral y escrúpulos? Es una novela filosófica profunda que representa la obsesión sobre el poder de la juventud y la belleza. Me recuerda a la frase que decía mi padre "caras vemos, corazón e intenciones no sabemos " Si pudiéramos ver nuestra Alma a través de un lienzo pintado al óleo ¿que aspecto tendría? 🤔🤨🤔 Una novela fascinante... 😀😉🤗

Por mi parte no queda más que llenar de elogios a Oscar Wilde, un grande. Wilde en esta novela nos refleja su crítica hacia la sociedad. De manera muy inteligente nos muestra la obsesión por la belleza, la juventud, el enfrentar el hedonismo y la moral, fue un tema muy presente en la obra hasta llegué a percibir cierto machismo en sus personajes que tampoco nos libramos del todo en estos días. Los diálogos entre los personajes me parecieron muy interesantes, de esas lecturas que provoca compartir miles de citas en la comunidad. Los personajes discuten sobre el arte, el placer ante el amor, la belleza ante el bien y la fealdad reflejada en el mal. Una obra que nos dice mucho entre líneas.