EL RESTAURANTE DEL FIN DEL MUNDO

El restaurante del fin del mundo, segundo libro de esta trilogía de "cinco partes" de la saga más conocida del universo " La Guia del Autoestopista Galáctico". Douglas nos sigue entreteniendo con las situaciones más hilarantes y absurdas que según las mismas probabilidades de un universo infinito no son totalmente imposibles y en este caso la historia nos lleva a distintos lugares en el espacio y el tiempo, y específicamente a mi lugar favorito de todos: "El Restaurante del Fin del Mundo", un lugar situado en el momento exacto en el que el universo entero llega a su estrepitoso final, no debes hacer reservación pues según los paradojas temporales la harás cuando termines de comer y te vayas, tampoco es costoso visitar este restaurante pues gracias a la magia del interés compuesto deposita un centavo en tu cuenta bancaria y despues de los millones de años en el futuro (dónde está ubicado el restaurant) tendrás más que suficiente para pagar la cuenta. Y no te preocupes el lugar está protegido por una burbuja del tiempo así que puedes asistir una y otra vez a ver cómo el universo llega a su fin. Si hay algo que me encanta de los libros de Douglas es el magnífico excentricismo con el cual está escrito, toda la trama no tiene mucho sentido pero por eso mismo es fascinante pues partiendo de la premisa que nos dice que en un universo tan inmenso nada es improbable es grato pensar que en algún lugar hay alguien bebiendo una copa en los últimos segundos del fin de todo. Obviamente aquí solo empieza su odisea, porque a continuación viven una serie de aventuras igualmente fascinantes que les revelará el verdadero origen de la especie humana, el gran misterio de quién rige realmente el universo y mucho más. Está "trilogía" de cinco libros es muy hermosa y agradable de leer, es una joya de la literatura que te sacará inevitablemente carcajadas y al igual que muchos hombres serios que la recomiendan yo opino que está saga te abre la mente hacía cosas más profundas y que en su aparente absurdidad inevitablemente te hace pensar y dar cuenta que todo nuestro conocimiento no significa nada en el infinito universo de probabilidades. Y en el mas simple de los casos te hace pasar un muy buen rato.

El Restaurante del Fin del Mundo, situado en el momento del tiempo en el que el Universo llega a su estrepitoso final y, mientras lo contemplas (mejor dicho, poco antes de contemplarlo), te acomodas y te comes un buen chuletón mientras disfrutas de un ameno número de cabaret… Segunda entrega de “La Guía del Autoestopista Galáctico”. Es cierto que tiene algunos golpes buenos, pero lo encuentro un poco más flojo que la primera entrega. No me he tirado a por la tercera entrega como lo hice con este libro. Aún así, seguiremos leyendo hasta el final la saga protagonizada por Arthur Dent, Ford Prefect, Zaphod Beeblebrox, Trillian y Marvin. A por la tercera se ha dicho...

Siguen las locas aventuras de Arthur Dent y compañía a través del espacio y, esta vez, del tiempo. Una vuelta de tuerca más a la delirante historia iniciada con la Guía del Autoestopista Galáctico. Bajo la locura y el humor, subyace una crítica a la sociedad de la época (aun vigente hoy en día). Mención especial a la revisión de los orígenes de la especie humana. No se si será cierto, pero me encanta pensar que Radiohead hizo en su canción "Paranoid Android" un homenaje al robot Martin.

Siguen las travesías de los protagonistas pero ahora con viajes en el tiempo incluido, el humor y la sátira no podían faltar pero quizás en menor medida que la primera parte, aunque la escena mas surrealista de las dos partes se encuentra en este libro(incluso mas surrealista de lo que ya era el primero) el "Restaurante del fin del mundo" no deja indiferente a nadie.

Siguen las travesías de los protagonistas pero ahora con viajes en el tiempo incluido, el humor y la sátira no podían faltar pero quizás en menor medida que la primera parte, aunque la escena mas surrealista de las dos partes se encuentra en este libro(incluso mas surrealista de lo que ya era el primero) el "Restaurante del fin del mundo" no deja indiferente a nadie.

Un libro entretenido, que se lee de forma muy amena y donde sucesos descabellados suceden sin parar.

Es un libro desenfadado y divertido que tiene que tirar de la mochila de su predecesor La guía del autoestopista galáctico que es una obra maestra, pero es muy recomendable para cuando uno no quieres meterse en un libro complejo y sesudo.

El complemento perfecto de la Guía del Autoestopista Galáctico. Una vez que te has acostumbrado a los viajes por el Universo, no te estraña si vas hacia el futuro o hacia el pasado, sin moverte del sitio o viajando millones y millones millas de un planeta a otro, La capacidad de crítica social de Adams a partir del absurdo y la comicidad, es increible y al final acabamos llegando al mismo planeta maravilloso, la Tierra, con el mismo afán de destruirlo de siempre.