Roberta está muy emocionada de regresar a la escuela, aunque también se siente un poco nerviosa. Teme llegar tarde, pero gracias a Robinet, su motoneta, Roberta será una alumna muy puntual. Sin embargo, Roberta siente cada vez más cosquillitas en la barriga, especialmente cuando descubre que no conoce a nadie en la escuela. O al menos eso cree, porque debajo de un extraño peinado se esconde un rostro muy familiar.