Este “trabajo de campo” de literatura comparada surgió, escribe Fredric Jameson, “de una experiencia sencilla: la insatisfacción con los desenlaces. ¿Cuántas veces nos hemos encontrado un texto –digamos, una novela o una película– cuyo desenlace parece el resultado de una elección arbitraria por parte del autor que nos deja profundamente descontentos?”. Con esta premisa Jameson se lanza a uno de esos recorridos por la literatura occidental, tan apasionantes como vertiginosos, que le han hecho célebre: de Heliodoro, a Goethe, de Milton a Manzoni, de Kant a George Eliot...