Testimonio de una profunda crisis vital. El descubrimiento del amor constituye para el autor una extraordinaria aventura poética. Empieza a explorar una nueva dimensión de su ser y descubre que amor y muerte son cara y cruz de una misma moneda. De ahí brota la vivencia básica de la «pena», que rebasando los límites personales, hace al poeta cargar, solidario, con el dolor de todos los desheredados.
Y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo, y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo.