Después de permanecer ausente de Nueva York durante más de veinticinco años, Henry James volvió a visitar en 1905 el escenario de su infancia y juventud. Fue allí, entre el verdor de Washington Square y las sobrias fachadas que enmarcan esta plaza patricia, donde concibió el relato El querido rincón, publicado originalmente en 1908. Spencer Brydon, el protagonista de este magistral «cuento de fantasmas», ha regresado, como James, a su ciudad natal lleno de proyectos y preparado para enfrentarse a un escenario que apenas guarda parecido alguno con el que dejó al marchar a Europa. En realidad, sin siquiera sospecharlo, le espera en «el querido rincón» que fue su hogar un sorprendente encuentro consigo mismo. O, mejor dicho, con quien él mismo hubiese llegado a ser de no haberse alejado nunca de su ciudad.
El querido rincón o el rincón feliz es un relato donde el autor henry james nos plantea un encuentro con el pasado donde el protagonista no se reconoce. Spencer brydon regresa a la casa de su infancia, para ocuparse de ella al recibirla como herencia. Al revisar cada una de las habitaciones, percibe una presencia, un fantasma, su otro yo. Pese a que la prosa es magnífica y el tema interesante, james se enreda en si mismo, y en el lucimiento de su escritura, pierde la esencia de lo que nos desea trasmitir. El perfil psicológico del personaje principal y su desdoblamiento está bien trabajado, es sin duda lo mejor, o lo único a mi juicio, salvable del relato. La parte del misterio se me ha hecho aburridisima . Un puñado de palabras bien escritas, que el autor olvidó aliñar.