EL PROFESOR DEL DESEO

David Kepesh (catedrático de literatura) ya había protagonizado la kafkiana El Pecho en donde Kepesh se convertía en una teta femenina. En esta novela (The Professor of Desire -1977) Kepesh nos narra su vida desde niño cuando sus padres poseían un hotel de invierno. Una vez que se hace estudiante universitario viaja a Londres con una beca Guggenheim en donde se relaciona con un par de chicas suecas con las que convive en un ménage a trois volviéndose un adicto al sexo. Una vez que vuelve a USA conoce a una mujer bella y tóxica por partes iguales a la que desposa solo para sufrir viéndola como se autodestruye con el alcohol y las drogas, de quien finalmente se divorcia para caer en una vorágine depresiva que lo obligará a psicoanalizarse durante algunos años con el doctor Frederick Klinger. Más adelante la madre de Kepesh muere y el protagonista logra conocer a una joven y bella maestra de nombre Claire Ovington de la cual se enamora y con quien viaja a Praga para conocer el cementerio judío donde Franz Kafka está enterrado. La novela analiza no solo la obra de Kafka, sobre todo su Carta al padre, sino también la obra de Antón Chéjov, además de mencionar en muchas ocasiones a Flaubert como fuentes inspirativas de Kepesh, pero sobre todo de Philip Roth. Gran parte de la novela no toca el tema judío, pero Roth lo guarda para el final en unas conmovedoras páginas donde un sobreviviente de los campos de exterminio nazi relata su odisea personal, además de la odisea colectiva de los que pudieron y no pudieron sobrevivir al holocausto. El profesor del deseo es varias cosas a la vez: novela erótica, intimista, psicoanalítica, autoficción y ensayo literario, todo esto en un solo empaque que tiene puntos narrativos muy logrados y cuyo dramático final deja mucho que meditar.

Esta novela nos relata las vivencias del protagonista, donde rememora y retrata sus apasionadas e intensas relaciones amorosas, que marcaron profundamente su vida. Kepesh es un hombre exigente e inconformista que vive atormentado por sus propios demonios y le consume la necesidad de controlarlo todo, pero a su vez se ve incapaz de resistirse a la belleza de las mujeres, al sexo, al erotismo y al deseo de poseerlas a cómo de lugar. Para esté la vida sin deseo no tiene sentido, así que el deseo es uno de los motores de la vida, y, sin embargo, ve que el deseo no es eterno. Se consideraba un hábil seductor, un pródigo sexual, que no tiene remordimientos, ni vergüenza, ni conoce de lealtad, ni respeta límites. Es cuerdo, inteligente, valiente y dueño de si mismo y brutalmente lascivo. Todo está situación termina cuando conoce a una media naranja y es su femme fatale, y concentra en ella todas sus ansias, toda su adoración, toda su curiosidad y toda su concupiscencia.  Recomiendo está historias llenas de misterios, seducción, secretos, deseo, fantasías, tentación, amor, erotismo y sexo.